Álex Fernández sopló las velas en Montilivi

El sábado fue un día especial para Álex Fernández. Lo pudo haber sido más aún si no llega a ser por el empate del Girona con el tiempo ya cumplido, pero de igual manera el centrocampista madrileño puede salir contento de su actuación en Montilivi, ya que, además de volver a la titularidad, demostró que es por detrás del delantero y por delante de la medular donde está su mejor versión en sistemas con el de Sergio González. Y todo esto en el día en el que cumplía 30 años.

Tres décadas de un futbolista que ha encontrado en la Tacita de Plata su estabilidad deportiva. Ha sido en Cádiz donde Álex ha logrado sentirse importante, y comandar a un equipo hasta la máxima categoría del fútbol español. La temporada pasada fue de menos a más y terminó en un momento espectacular de forma, convirtiéndose en una pieza clave para conseguir la permanencia. Sergio González supo leer lo que necesita el jugador, y lo acopló de forma idónea en su ideología futbolística.

En esta no ha podido prolongar su buen momento debido a la lesión sufrida el pasado 4 de agosto durante la disputa del Trofeo Carranza ante el Atlético de Madrid. Tuvo que parar en un contexto en el que el equipo necesitaba de líderes sobre el césped, y donde el arranque liguero se atragantó de una forma bastante grosera.

Pero todo eso es pasado. Reapareció en la jornada 3 ante el Athletic, y disfrutó de su primera titularidad en la 5 ante el FC Barcelona. El bloque, tras perder ante la visita blaugrana, recuperó su identidad y comenzó a practicar un fútbol mucho más reconocible. Y allí llegó Pucela, donde se produjo el punto de inflexión y donde Álex Fernández disfrutó de la titularidad portando el brazalete de capitán.

Eso sí, el puesto no está fácil para el de Alcalá de Henares. La recuperación física de Rubén Alcaraz y Fede San Emeterio ponen muy difícil la plaza en la medular, y Sergio ha optado por jugadores como Sobrino para el enganche. Sin embargo, ante el Girona, el día en el que Álex Fernández cumplía 30 años, el técnico catalán colocaba al '8' en el lugar donde dejó huella en el cadismo y donde comandó a un equipo hasta un ascenso histórico.

En Montilivi, Álex celebró su cumpleaños con la vuelta al once inicial y con un tanto que casi vale una victoria que hubiera sido trascendental. De momento, el centrocampista se reencuentra progresivamente con su mejor versión y está preparado para aupar al Cádiz al objetivo. En el día de sus 30, Álex confirmó su candidatura a ser una pieza fundamental en el esquema de Sergio. Ahora la piedra está en el tejado del técnico.