Álex se hace fuerte en su casa y en su sitio

El inicio de Liga ha sido duro para todo el mundo, incluido Álex. La baja por lesión de Rubén Alcaraz con la que el Cádiz CF tuvo que encarar esos primeros encuentros coincidió también con un momento malo en el estado fisico de Álex, su recambio natural. El jugador madrileño acabó lesionado la pretemporada y, renqueante, tuvo que aparecer en las primeras alineaciones de Sergio para descontento de todos, que veían como al equipo le faltaba absolutamente de todo. Para colmo de males, Álex no era el único que jugaba con molestias y sobrecargado por una pretemporada que ha resultado ser un desastre. Al pelirrojo se le unieron hombres importantes como Alejo, Iza, San Emeterio o los recién llegados Bongonda, Ocampo o Blanco, que no daban una en sus inicios. Todo era un problema y la Liga no esperaba. Y no esperó.

Poco a poco, Álex no tuvo más remedio que ponerse al frente del aparato para tratar de tirar de una máquina que parecía demasiada recargada y con operarios en su peor momento. Llegaron las goleadas y las cinco derrotas consecutivas que pesaron como una losa en un equipo que comenzó a recomponerse en Valladolid.

Efectivamente, llegaron las vacas sagradas y los Alcaraz, Alejo y compañía comenzaban a ofrecerle al técnico las garantías esperadas. Otra vez Álex, siempre al servicio del equipo, volvía a echarse a un lado para dejar sitio en la sala de máquinas al tándem San Emeterio-Alcaraz aunque cada vez más como integrante de una demarcación donde se necesita recambio y este igual de importante que los titulares.

De hecho, no han sido pocos los partidos en los que Álex y Alcaraz han coincidido en el centro del campo cuando su entrenador ha visto opción de ir a por los tres puntos. A este tridente hay que sumar al capitán José Mari, que como todos, ha alternado tardes negras con excelentes. El roteño está en el camino de ' flucear '. Falta por llegar Antonio Blanco, que hasta el momento apenas ha jugado para sembrar sospechas de lo que es.

El caso es que el equipo, afortunada y merecidamente, está intentado salir a flote a pesar de las expectativas creadas en torno a un equipo mal reforzado. Y si esto está siendo posible es gracias a la labor encomiable de un jugador que fue renovado el verano pasado cuando parecía abocado a despedirse del Cádiz CF tras cumplir su anterior contrato.

Además, la enésima irrupción de Álex está llegando de manos de un entrenador que ya lo tuvo en el Espanyol siendo el 8 amarillo un chaval. Entonces, apenas le dio bola y Álex tuvo que irse a jugar a otro sitio, pero de aquellos tiempos ambos recuerdan que la demarcación idónea del madrileño era la de mediocentro, algo que siempre declinó Cervera, el descubridor de Álex como mediapunta.

Los resultados le dieron la razón al hoy entrenador del Oviedo, sin embargo el tiempo es tozudo y la cabra siempre tira al monte. Pasadas dos campañas, Sergio ha vuelto a desempolvar las antiguar virtudes como centrocampista para ponerlas al servicio de un equipo que vive mejor en contacto con el balón. Ahora, más cerca de la creación que de la portería rival, a Álex se le ve sufrir más, pero también disfrutar. Lleva dos encuentros colosales en Carranza , ante Betis y Atlético, y lo que hace no mucho parecía imposible ya lo tiene medio logrado. El de Alcalá de Henares le ha dado la solución a su entrenador para cuando Alcaraz falle. El equipo apenas ya nota la presencia de uno o de otro y como no puede ser de otro modo es el equipo el que sale ganando.

A lo largo de su carrera en el Cádiz CF Álex ha dado más de un paso al frente pero este sin duda es el que más satisfacción le debe estar dando después de ser hasta lateral izquierdo en un equipo de obreros donde también hay sitio para los arquitectos.