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La huella dejada por Pellegrino en Valencia, Vitoria y Leganés

Al entrenador argentino del Cádiz CF se le recuerda con cariño y admiración en las tres ciudades españolas donde ha tenido mando en plaza

Pellegrino, actual entrenador del Cádiz CF. nacho frade

A. C./ R. L.

La carrera como entrenador de Mauricio Pellegrino (Leones, Córdoba, Argentina. 5 de octubre de 1971) comenzó de la mano de Rafa Benítez, entrenador al que tuvo como futbolista en el Valencia y con el que comenzó su trayectoria en los banquillos como segundo del técnico actual del Celta. A su vera ganó la Chmpions con el Liverpool y de ahí se fue al Inter. Fue después cuando recibió la llamada del Valencia para ponerse al frente de un toro que le llevó por delante en su primer experiencia en solitario.

En Valencia se distinguió por un fútbol muy vertical en ataque

Era mayo de 2012 cuando se ponía manos a la obra de un conjunto che que por entonces exigía lo máximo tal y como recuerda Rafa Villarejo, de Cope Valencia. El Valencia fue su primer equipo en España y en su carrera fue un Valencia de lo más exigente. De hecho, si lo era fue en parte culpa suya dado que él formó parte de la espléndida plantilla que jugó dos finales de Champions, fallando él el penalti decisivo ante Oliver Kahn. «Sin ninguna duda, Pellegrino forma parte del mejor Valencia de la historia, del Valencia de las finales de Champions, del Valencia de los títulos de los principios de los años 2000. Fue una pieza fundamental en la defensa con Carboni, Djukic, Angloma; en definitiva forma parte de la historia del Valencia», comienza diciendo Villarejo, que asegura que en su debut en los banquillos venía respaldado por «toda esa carrera como futbolista del once che que le avaló para años más tarde coger las riendas del equipo.

Ya en su etapa como central se le veía dotes de entrenador. ««Siempre se destacó de Pellegrino que era la prolongación de Rafa Benítez en el terreno de juego; así hablaban de él sus compañeros y así se veía desde la grada. Él era un director de orquesta; sin llevar la pelota dirigía a sus compañeros y siempre se especuló con la idea de que acabaría siendo entrenador porque lo tenía en el gen, era su vocación como futbolista».

«Llegaba avalado como futbolista, pero también porque después de colgar las botas, se fue como segundo entrenador de Rafa Benítez al Liverpool y al Inter de Milan. Y hablar de Benítez en Valencia son palabras mayores, así que tenía todos los avales suficientes para que en aquel año 2012, con Manuel Llorente como presidente, confiara en Pellegrino como entrenador», retrata el periodista de la ciudad del Turia.

Como ahora a Sergio, a Pellegrino le llevó por delante los marcadores. «Cierto es que luego la guillotina de los resultados acaban con todas las trayectorias y lo hizo también con Mauricio Pellegrino, que apenas estuvo tres meses en el banquillo del Valencia».

Era otro Valencia al de ahora, «él, de hecho, pasó la fase de grupos de la Champions (Bayern de Munich, Lille y BATE Barisov) para jugar los octavos de final, pero en la Liga las cosas no le fueron nada bien y terminó rápido su estancia en el banquillo del Valencia».

Pero insiste, «aquí dejó una impronta porque le avalaba su recorrido como futbolista y a pesar de que los resultados no fueron buenos, eso no oscureció ni muchísimos lo que significa Pellegrino para el aficionado del Valencia».

En cuanto al sistema que empleaba en sus inicios, Villarejo comenta que «alternaba el 4-3-3 con el 4-4-2, muy a lo Rafa Benítez; evidentemente, ha ido evolucionando con sus cosas pero sí, le gusta el fútbol de Benítez. Se apoya en un fútbol de mucha fuerza, de trabajar muchísimo y de pelear muchísimo sobre el terreno de juego. Intenta labrar su fútbol desde la defensa, no en vano él fue central y le gusta ser muy vertical en ataque; plantarse en la portería contraria lo más rápido posible y con los menos toques posibles. Ese al menos fue el fútbol que conocimos de Rafa Benítez y del que se impregnó también el propio Pellegrino».

Mauricio Pellegrino no ha olvidado su estancia en Valencia, de hecho, se le suele ver durante el año. «Tiene mucho vínculo con la liga española, con Valencia, donde ha venido constantemente después de dejar el banquillo; tiene muy buenos amigos aquí, entre ellos Santi Cañizares. Evidentemente, es muy conocedor de la liga española. En ese sentido, el tema de la adaptación no va a ser un hándicap para que desde el día uno se ponga las pilas en el banquillo del Cádiz CF».

En Vitoria acabó en los juzgados tras triunfar en el banquillo

Roberto Arrillaga, de Cope Vitoria, habla de la estancia en el Alavés de Pellegrino. «Fue una etapa con luces y sombras. Luces, sobre todo, en el aspecto futbolístico porque evidentemente al Deportivo Alavés le fue muy bien con Mauricio Pellegrino. Hay que recordar que era el primer año del Alavés en Primera después de muchos años en Segunda; era una etapa que comenzó tras aquel ascenso con Bordalás, que no siguió. Entonces, llegó Pellegrino como una apuesta del club porque no solo firmó por un año sino por alguno más aunque al final no se llegase a buen puerto».

Más allá de los problemas extradeportivos que mantuvo con la directiva, «lo cierto es que el primer año, como suele ocurrir a los equipos recién ascendidos que vienen con muchos automatismos de la Segunda y con muchos jugadores de esa categoría, le fue muy bien. Aquel Deportivo Alavés tiró mucho de cedidos, especialmente del Atlético y del Real Madrid», recuerda Arrillaga.

«El caso es que logró engarzar un buen equipo, cuidando especialmente la defensa; muchas veces jugaba con defensa de cinco. Se centró especialmente en hacer un bloque que fuera sólido defensivamente para jugar rápido y acabar las jugadas lo más rápido posible para poder aprovechar la falta de calidad arriba que, como uno de los equipos de la parte baja de la tabla, tenía aquel Deportivo Alavés. Le fue muy bien, eh. Se quedó noveno en la Liga, pero el éxito mayor fue llegar a la final de la Copa del Rey ante el Barcelona. Fue una etapa muy interesante que acabó mal», recuerda.

¿Y por qué acabó tan mal fuera de los terrenos de juego con lo bien que le fue dentro? «Pues justo cuando iba muy bien y conforme se pasaban rondas de la Copa del Rey, se le preguntó por su futuro en una rueda de prensa y si iba a renovar y él respondió algo así como «mi futuro se resuelve en cinco minutos». Y de hecho no se resolvió. Es más, su futuro acabó en los tribunales porque acabó demandando al Deportivo Alavés por unas primas por cobrar por su cuerpo técnico por aquella final de la Copa del Rey. Así que por todo eso, no se le renovó a final de campaña pese a lo bien que lo hizo. A la siguiente campaña, el Deportivo Alavés lo pasó realmente mal en cuanto a entrenadores se refiere porque tuvo hasta tres», memoriza aludiendo a Zubeldia, De Biasi y el Pitu Abelardo.

En definitiva, para Cope Vitoria Pellegrino Pellegrino firmó «una buena etapa y un buen recuerdo se guarda de Mauricio Pellegrini aquí en Vitoria de su año en el Deportivo Alavés».

En Leganés hizo del 5-3-2 su tabla de salvación

Santi Duque, de Cope Leganés, es de los últimos periodistas españoles que siguieron al hoy técnico del Cádiz CF. «Personalmente me alegro mucho del regreso de Mauricio Pellegrino a la liga española; la verdad es que tuve una muy buena relación con él y con un trato muy bueno», comienza diciendo antes de definirlo como «un entrenador muy metódico, muy profesional. Y serio también en el trato con los medios de comunicación. Es una persona que puede hacer un buen trabajo en el Cádiz CF. A ver si tiene suerte», le desea Duque.

«Al Leganés llegó con la dificilísima misión de sustituir a Asier Garitano, que había ascendido al equipo de Segunda B a Primera, mantenerlo un año e incluso dejarlo en unas semifinales de Copa del Rey. Esto hizo que se marchara a la Real Sociedad, por lo que (Pellegrino) tenía una labor complicada», contextualiza el periodista madrileño.

«El primer año empezó mal llegando el Lega a hacer colista las primeras jornadas, pero un cambio de sistema a 5-3-2 le hizo revitalizarse y a partir de ahí el equipo tuvo un buen rendimiento y se salvó sin ningún tipo de problemas lo que le llevó a renovar», apunta Duque.

No todo fue rodado para Pellegrino porque «a la temporada siguiente todo salió mal; el Lega enlazó nueve jornadas sin ganar; esto lo acusó anímicamente Mauricio y al final terminó saliendo del equipo pepinero tras dejar una imagen muy buena. Aquí se le tiene mucho cariño a Pellegrino, sobre todo por aquella primera temporada en la que tuvo la difícil tarea de sustituir a Garitano y lo hizo muy, muy bien».

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