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Cádiz CF

Garitano aprueba con nota su primer parcial

El siempre complejo mes de agosto deja al Cádiz CF en una zona de la que no debe despegarse mucho llegado el mes de enero

Garitano y su tropa. ccf

A. C.

Cádiz

Hace un año, por estos mismos momentos, el Cádiz CF de Paco López ya estaba 'caput', sentenciado, encarrilado a la mayor ruina imaginable. Tal día como hoy hace 365 días, cualquier tipo medianamente bien informado ya podía apostar con suma tranquilidad que el equipo amarillo no solo no iba a pelear por el ascenso sino que tendría muchos problemas en mantener la categoría si no se cambiaba cuanto antes al entrenador. Pero el problema no era solo del técnico, el mayor problema era del entorno que perduraba y la plantilla conservada por un presidente con una venda en los ojos puesta por él mismo. Porque Manuel Vizcaíno sabe de marketing y de empresas, pero por mucho que se empeñe, de fútbol sabe lo justito, de ahí que este año, alabado sea el Señor, haya dejado mayor paso a los profesionales.

No. Aquel anquilosado y acomodado Cádiz CF 24/25 no estaba para inventos y lo de Paco López fue un experimento que le pudo salir muy caro al club. Sobre el papel de los aficionados, ese que no deja de ser el empresario sevillano, la llegada de un inventor de esto como Paco López se vio como un chorro de aire fresco tras una década de conservadurismo cerveriano. Pero doctores tiene la iglesia y el resultado fue jugar con un fuego que casi termina de incendiar la casa.

Como hombre de palabra que dice ser, Vizcaíno desoyó a propios y extraños y, erre que erre, fue dejando pasar el tiempo con un Paco López en el banquillo totalmente ido y con el equipo a la deriva. Así fue hasta que se tocó fondo, el equipo entraba en el cantado descenso que se avecinaba con aquel 0-4 inaugural ante el Zaragoza, y no tuvo más remedio que volver a la practicidad. Llegó Garitano y con el vasco, el sentido común, la portería a cero y bla, bla, bla hasta salvar la temporada sin pena ni gloria.

Desde entonces, el actual técnico cadista ha destacado por ser un alumno capaz de pasar curso sin más, algo que él mismo sabe no le dará lo suficiente para doctorarse en el cadismo, que es de lo que se trata. Sin embargo, gracias a su forma de entender el momento el aficionados, lejos de entusiasmarse con su entrenador, se sabe en buenas manos. Este arranque liguero es una nueva señal de la rectitud y sobriedad de un profesor que no lanza las campanas al vuelo porque es consciente de que sería una auténtica locura al no tener las bases para volver a recibirlas y no se le caiga la iglesia.

A estas alturas de la Liga pasada, el Cádiz CF ya estaba abocado a un año infernal después de sumar solo dos puntos de los nueve disputados y encajarse en la zona roja de la tabla clasificatoria. En cambio, este curso los amarillos han empezado navegando con el viento a favor tras amontonar ya siete puntos de nueve para encajarse en la zona verde de la tabla. Y ojo, con sus matizaciones en todos los encuentros, pero con la salvedad de que ahora se sabe jugar para no perder, porque esa sigue siendo la premisa de Garitano hasta que no sea vea con más argumentos para salir a ganar o a ganar.

La primera 'liga', el primer parcial ha sido superado con nota por el entrenador vasco. Ya saben, ese mes de agosto en el que los equipos están incompletos y en donde un mal arranque te puede llevar a jugar por otros objetivos muy distintos. No ha sido el caso este año del Cádiz CF, que elevado a la zona noble de la clasificación sigue aventando las ilusiones de una afición que ha visto que su directiva no ha terminado de rematar la plantilla como la mayoría deseaba.

Por todo ello, y tras salir indemne y con nota del primer 'trimestre', a Garitano ahora le toca volver a lograr lo mismo con el siguiente parcial, este que va de septiembre a enero. La ilusión del cadismo debe ser tan proporcional como su prudencia; el equipo, en efecto, suma más que resta, pero no tiene esa impronta de equipo ganador; sus debilidades se ven a millas, lo mismo que sus virtudes. Por eso, porque el equipo está en construcción hay que valorar el arduo trabajo de su arquitecto, que no de su constructor.

Al Cádiz CF le quedan por delante varios meses hasta llegar a enero con la misma vida que ahora demuestra tener a pesar de que no se ha reforzado lo suficiente ni en la portería ni en la defensa, dos auténticos caballos de batalla de un entrenador que deberá arroparlas como buenamente pueda teniendo en cuenta que de medio campo para delante cuenta más con artistas que con obreros. Será en ese equilibrio donde Garitano y su gente deberán moverse de aquí a una nueva ventana de fichajes en la que, con muchas probabilidades, se tendrá que reforzar la retaguardia si lo que se quiere es llevar al equipo a Primera. O, al menos, intentarlo hasta el final.

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