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Y al fin el banquillo aportó

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La entrada de los cambios en la segunda parte fue decisiva para que el Cádiz lograra el empate, merced al empuje de jugadores como Kouamé y el decisivo tanto de Machis

Machis y Chris Ramos ante el Celta l.v.
Rubén López

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Parecía un siglo desde que los cambios del Cádiz en una segunda mitad ofrecieron cosas distintas a lo que hasta entoncs se estaba viendo en los diferentes partidos. El propio Sergio se quejaba amargamente de que cada vez que hacía sustituciones los jugadores que entraban no terminaban de aportar para terminar bien los partidos y luchar por las victorias.

Tanto es así que el Cádiz es el peor equipo de La Liga en las segundas partes. El peor con bastante diferencia respecto a sus predecesores y una de las razones es porque los jugadores que entran de refresco desde el banquillo no mejoran a sus compañeros titulares.

Otro dato que refleja la casi nula aportación del banquillo es que desde el tanto de Chris Ramos en Las Palmas, el Cádiz no había marcado un tanto en la segunda mitad, cuestión que cambió ante el Celta en el que el cuadro gaditano lo hizo hasta en dos ocasiones.

Aspectos que han mermado mucho a un Cádiz nulo en segundas partes, dando bajones que le han afectado una barbaridad en muchos momentos de los encuentros, y por ende en la clasificación. Sumar 22 jornadas sin ganar no es cuestión del azar, se basa en definitiva en diferentes consideraciones que lastran y de qué manera el rendimiento del conjunto gaditano.

Así las cosas, el choque ante el Celta cambió en parte de algunos de esos datos tan negativos. Para empezar, el Cádiz volvió a ver puerta y lo hizo por partida doble tras marcar un solo gol en los ocho partidos previos al encuentro frente a los gallegos. Asimismo, hizo dos tantos y logró empatar un partido, algo impensable hace unos días cuando el equipo se caía una y otra vez cada vez que el rival de turno se adelantaba en el marcador.

Cuestiones que cambiaron gracias a que ahora sí el banquillo fue decisivo en el partido. Pellegrino hizo los cinco cambios, uno de ellos anecdótico como fue la entrada de Zaldua por el tocado Iza. Los otros cuatro fueron los de Guardiola, Chris y Kouamé por Maxi, Sobrino y Escalante, mientras que el cuarto cambio fue la entrada de Machis por Robert Navarro.

Los jugadores que entraron ofrecieron su mejor versión e intervinieron en la casi remontada. Guardiola dio la asistencia a Juanmi en el 1-2 con un buen centro desde la izquierda. Asimismo, el balear tuvo una ocasión clarísima para empatar justo antes del gol de Machis, en la que deja botar y con su pierna buena la manda inexplicablemente a las manos del portero.

Chris Ramos ofreció su habitual movilidad en ataque. El gaditano, fresco de piernas, estuvo muy presente en el ataque cadista, si bien no tuvo la oportunidad de tener ocasiones.

Llamada a la puerta de la titularidad

Con todo, los dos jugadores que terminaron de revolucionar el partido fueron Kouamé y Machis. El primero, tras semanas sin jugar, le dio mucho empuje al cuadro gaditano. Fue capaz siempre de mover el balón hacía delante y superar líneas hasta quedarse cerca de la frontal del área. La aportación del exjugador de la liga francesa fue decisiva en el tramo final del encuentro.

Y qué decir de Machis. Entró minutos antes del 90, tras un encuentro lamentable frente a Osasuna. Que el venezolano no fuera de los primeros cambios de Pellegrino habla a las claras del momento del extremo, que aun así fue capaz de inventarse un golazo en el último suspiro del encuentro.

Antes de ello, Machis intervino en algunas jugadas tratando de encarar y tirar centros precisos al área sin demasiado éxito, demostrando eso sí que estaba más enchufado que otros partidos.

Y ahora, tras el rendimiento de suplentes como Kouamé y Machis la pregunta es clara: ¿deben ser titulares? Queda claro que sus suplencias tanto con Sergio como con Pellegrino no son fruto de la casualidad. Si los dos futbolistas estaban jugando poco era porque no estaban bien, incluso el propio futbolista venezonalo decía tras el encuentro que llevaba tiempo sin encontrarse del todo bien.

Pellegrino necesita jugadores de rendimiento regular, y hasta el momento Kouamé y Machis han dado calidad a cuentagotas. Eso sí, una calidad que seguramente no tengan otros jugadores de la plantilla y que ahora mismo es vital para desatascar encuentros y sobre todo para ganar. Por tanto, la pregunta ahora mismo está en el aire, síntoma de buena señal tras el buen encuentro de dos jugadores que han vuelto a llamar a la puerta.

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