Expulsados en Carranza, la nota habitual este año

No hay partido en Carranza que no sea un roja. El porcentaje es superior incluso a una por partido. Las cosas comenzaron tarde pero comenzaron. Fue en la primera jornada y cuando el Cádiz ganaba 1-0 al Alavés. Corría el minuto 88 cuando Escalante, que recién acababa de entrar, hacía una entrada más que peligrosa y se iba a la calle sin remisión. El argentino estrenaba la tierra hostil que está siendo el estadio gaditano en estos primeros partidos de Liga.

El siguiente encuentro en casa fue el correspondiente a la tercera jornada y el Almería era el rival. En aquella ocasión, la primera expulsión vino como consecuencia de dos amarillas forzadas por Chris Ramos, que veía como en el 50' de partido el central Edgar dejaba a los suyos con uno menos. Aquello no fue del todo aprovechado por el Cádiz CF, que no solo no sumó los tres puntos sino que cerca estuvo de perder los tres tras recibir el empate en un descuento que jugó también con diez por una dura entrada merecedora de roja por Fede San Emeterio, que se iba a las duchas pocos instantes después de salir del banquillo.

Y si dos expulsiones tuvo ese Cádiz - Almería, una más tendría el próximo que se jugó en Carranza y tuvo al Villarreal como rival. De entrada, en el 22' de juego Pedraza se iba a las duchas antes de tiempo tras propinar un cabezazo a Iván Alejo, un hecho que originó una pequeña tangana entre los banquillos acabando dicha trifulca con la expulsión del entonces entrenador del Villarreal, Quique Setién, y el preparador de porteros del Cádiz, Lolo Bocardo.

Se llegaba al primer parón por compromisos internacionales con un saldo de cuatro expulsiones en tres tres partidos, seis en el caso de sumar las dos de los técnicos. Y no, en ninguno de los encuentros -salvando quizás esa fea discusión en los banquillos que desencadenó el feo comportamiento de Pedraza con Iza, al que le dio un balonazo estando en el suelo poco antes de encararse con Alejo-, se pudo decir que fueron partidos broncos o parecidos.

Pues bien, regresó la Liga a Carranza y lo hizo con el Rayo Vallecano, equipo que volvía a perder a un jugador en el minuto 88, en este caso Mumin, que tras cometer una falta le dijo al árbitro una expresión en inglés («Fuck off, man») que el colegiado no quiso permitir y que se traduciría en español como un «vete a la mierda».

La última expulsión fue más tempranera y cambió de bando ya que le tocó al conjunto local. Ante el Girona, en el minuto 10, Machis se iba a la calle por juego peligroso. Seis de seis.