ExCadistsa
Etta Eyong sigue sacando los colores por Cádiz
El excanterano cadista vuelve a destacar un fin de semana más para envidia de la que fue su afición

Si hace una semana, con los mayores, mantenía vivo el objetivo de la Champions para el Villarreal con su gol en Montilivi en el 85' para sumar los tres puntos en el campo del Girona, este domingo ha bajado al filial del submarino castellonense para atar la permanencia en Primera RFEF gracias a un doblete que ha contribuido a la goleada por 3-0 del Villarreal B a otro filial, el Sevilla Atlético.
El encuentro era muy emocionante, tanto que el segundo equipo del Villarreal reclamó los servicios del ex del Cádiz B para que aportase su granito de arena puesto que antes de recibir al filial sevillista los amarillos solo se encontraban con un punto por encima del descenso a Segunda RFEF, una categoría por cierto que acaba de perder los que hasta el año pasado fueron sus compañeros y dejaron de serlo debido a que Paco López prefirió al hoy lesionado Paquito Mwepu antes que a él. Las cosas de este Cádiz CF, que al parecer solo se hace caso a los entrenadores para cuando no quieren a un determinado jugador porque cosa distinta es que lo pidan...
Volvía así Etta Eyong al Villarreal B para echar una mano después de echársela al primer equipo de Marcelino la semana pasada y no ha dejado pasar otro fin de semana para ser de nuevo una gran noticia gracias a sus dos goles ante un equipo, el Sevilla Atlético, que estaba en mitad de la tabla.
Etta Eyong, que ya se ha estrenado en Primera División, regresaba a las órdenes del filial de Miguel Álvarez tras dos semanas ausente y reaparecía a lo grande. El camerunés firmaba un doblete en apenas cuatro minutos; el primero fue de penalti tras haber sido objeto del mismo, mientras que el segundo fue a continuación tras aprovechar el rechace de una falta a bocajarro.
Con este tres puntos el filial groguet ata la salvación tras haber sufrido algo más de lo normal a pesar de contar con un delantero que levanta la envidia de la que fue su afición y dejó de serlo por un millón de euros.