El enésimo debut de Enrique con el Cádiz CF

Su primer debut con el Cádiz CF data del 21 de febrero de 2004. Fue un Sábado de Carnaval y el conjunto amarillo disfrutaba de su primer año en Segunda A tras nueve en el pozo de la Segunda B. Por entonces, Enrique Ortiz era todo un desconocido, un joven de Azuaga que Alberto Benito rescató del Cacereño para ponerlo al servicio de Jose González, entrenador que aquella tarde lo puso a jugar en el minuto 70 para que el extremo se coronase en su puesta de largo cadista porque a las primeras de cambio levantó a la grada del vetusto Carranza con una galopada que acabó en penalti en el 91' para que Manolo Pérez pusiera el 2-1 definitivo.

Desde entonces, Enrique ha hecho prácticamente de todo en el club donde se retiró como futbolista en la temporada en la que -también con Jose en el banquillo- el Cádiz CF sucumbía 4-1 en Anduva en la primera eliminatoria del 'play off' de ascenso a Segunda.

El de Azuaga rápidamente se ganó ser un hombre de club y como tal pasó a formar parte del organigrama técnico de un club donde ha conocido todas las categorías del fútbol español dado que igual se ha puesto al servicio del primer equipo secretario técnico que ha coordinado las categorías inferiores. También ha hecho las veces de ojeador para el club y a kilómetros pocos hay que le ganen.

Pocos cargos le quedaban por asumir en el Cádiz CF hasta que en la última semana, y tras la abrupta salida -silenciada por el club- de Salvador Chirino, le ha tocado de nuevo bajar al césped para convertirse en el delegado de equipo en Carranza. Este pasado viernes se estrenaba como tal en el encuentro ante el Sporting y lo hacía con lo que deberán estar buscando en la dirección deportiva que capitanea Juan Cala, es decir, con esa dosis de hooliganismo en el banquillo que, obviamente, no daba Chirino.