Fútbol
La emotiva historia del abuelo de Chris Ramos y su sueño cumplido a tiempo de verlo jugar en el Cádiz
«Estoy emocionado. Qué alegría más grande. Ya lo tengo aquí a mi lado»; «Ya estoy en casa, abuelo»
«Estoy emocionado. Qué alegría más grande. Ya lo tengo aquí a mi lado». «Ya estoy en casa, abuelo». Difícil retener la lágrima de emoción. La presentación de Chris Ramos como futbolista del Cádiz CF el pasado invierno ha sido una de las más emotivas y recordadas de la historia de la entidad de Carranza.
Porque Ramos no es un delantero más. Es un gaditano que ejerce de ello y un cadista que ha crecido en la pasión amarilla. Y además, todo lo que le rodea rezuma gaditanismo, huele a Cádiz por sus tres costados: Carnaval, Semana Santa y fútbol.
Este domingo fallecía su abuelo, Pedro Ramos, mítico capataz de la Semana Santa local. De la calle Botica, en pleno Barrio de Santa María, ha dicho su último adiós a los 95 años de edad. Un golpe duro para un chaval muy apegado a su familia y que este lunes saltará al campo de Mestalla con la figura de su abuelo en mente y corazón. De momento, está en la convocatoria, ha viajado con el equipo a Valencia y puede estar en esta cita liguera tan importante para el Cádiz.
Pedro Ramos, que comenzó como cargador hace 69 años, era a su vez el padre de Perico Ramos, integrante de las mejores comparsas de Antonio Martín y un tenor que ha marcado época. Y ahora, su nieto, futbolista. Y del Cádiz CF. Por eso celebraba tanto su incorporación a la plantilla, porque al fin lo tendría a su lado en lo que previsiblemente serían sus últimos días de vida.
Pedro cumplía su último deseo. Ver a su hijo de amarillo, junto a toda la familia, y celebrar los goles de un ariete que se ha hecho imprescindible para Sergio González. Ahora, seguirá apoyando a su nieto desde la grada eterna.
