Diego Martínez, el primero en la 'pole'

Hace ahora casi dos años que Manuel Vizcaíno giró 180 grados el timón del barco para reemplazar a un ídolo como Álvaro Cervera y traer a un entrenador que ha hecho historia en el Cádiz CF tras salvarlo de la permanencia dos años de manera consecutiva. Entonces, tras caer en Pamplona, era Cala el primero que dejaba caer al señor de las gafas y acto seguido, un día después, su presidente se cargaba con razón al también ex entrenador del Oviedo.

Vizcaíno tomó una medida impopular pero no pudo estar más acertado tal y como demuestra las dos campañas en las que Sergio ha estado al frente de un equipo que ha estabilizado en la máxima categoría. Y si hace dos años la medida fue en parte contra muchos aficionados, en esta ocasión ese bache queda totalmente anulado debido a que Sergio, a pesar de su gran trayectoria, no ha llegado a la altura del carisma de Cervera.

El fútbol es una noria y ahora el que venía es posible que deba marcharse por los mismos motivos que tuvo que hacerlo su antecesor en el cargo. Aunque a diferencia de Cervera, en esta ocasión otro central como Luis Hernández no ha querido poner a su entrenador a los pies de los caballos tan claramente como lo hizo el hoy directivo del Sanluqueño aunque si se analizan bien las palabras del actual jugador del Cádiz las cosas parecen indicar que no se están haciendo nada bien. «Si supiéramos dónde tenemos esas faltas de concentración tendríamos quince puntos más», dijo al término del encuentro Luis Hernández. O sea, que si no se sabe, mala cosa para el cuerpo técnico.

Sergio ha llegado a pedir clemencia a su presidente en rueda de prensa, pero el que pide anda pidiendo clemencia es su equipo desde hace meses. Por eso, en el Cádiz se lleva viendo perfiles de entrenadores desde hace un tiempo y aunque por respeto al actual no se han mantenido contactos no sería nada descartable que estos no solo se activen sino que se intensifiquen en las próximas horas dado que el equipo -eliminado de la Copa, que esa es otra- tiene por delante una semana y media sin competición.

En estos momentos, el que más gusta en los despachos de Plaza de Madrid es un viejo conocido de Manuel Vizcaíno y su nombre no es otro que Diego Martínez, precisamente un entrenador que llevó al Granada a Europa antes de recalar en el Espanyol, donde no tuvo suerte. Antes de ello, el gallego entrenó en las categorías inferiores del Sevilla, donde dirigió al filial.

Ahora mismo, Martínez se encuentra sin equipo después de haber probado fortuna en Grecia dirigiendo al Olimpyakos, de donde ha sido echado hace justo ahora un mes. Su nombre lleva sonando en el entorno cadista desde ese tiempo justo dado que los malos resultados y la imagen del Cádiz siempre daban lugar a un posible relevo en el banquillo. Estos días serán claves en el futuro, pero vayan apuntando este nombre hasta nueva orden de Vizcaíno.