Un día de fiesta en Aranda de Duero para un club con una presidenta y muchos problemas

Aranda de Duero espera la ansiada cita y será el Cádiz el que tenga el privilegio de convertirse en el primer club que visite oficialmente a la Arandina. Como es normal, la cita ha despertado ilusión en el municipio burgalés y como prueba de ellos es que más de 2.000 entradas ya han sido retiradas de un aforo total que rondará los 4.200 espectadores, dado que se ha instalado una grada supletoria.

Para este encuentro, se han puesto en el club manos a la obra desde el primer día para que no falle nada. De hecho, al igual con la grada supletoria, también se han instalado torres de luz que mejorarán la deficiente iluminación del campo, aunque también se están limpiando los focos, por lo que esto ayudará a que durante la liga la visibilidad del campo sea mejor. Además, se está el cuidado del césped, en las mejores condiciones posibles para la época del año y su antigüedad.

La Arandina fue fundado 1987 y su habitual estancia es en Tercera División aunque en la actualidad milita en la Segunda RFEF, donde no lo está pasando nada bien ya que es colista del grupo I a seis de la salvación. Está entrenado por Álex Izquierdo y arrastra una losa de ocho partidos ligueros sin ganar. De hecho, no gana desde el 1 de noviembre que lo hiciera en El Montecillo (ahora Juan Carlos Higuero) al Real Murcia para pasar a esta ronda copera.

Y si en lo deportivo no anda bien, tampoco en lo económico, donde ya ha habido un capítulo de impagos a los jugadores. Su presidenta es Virginia Martínez, abogada madrileña y cabeza visible del PP en el Ayuntamiento de Aranda y que cumple su tercera temporada al frente de un club de fútbol que el año pasado sufrió la pesadilla de tener a dos de sus jugadores (hoy en la cárcel) implicados en una agresión sexual a una menor de la que el club hoy en día no quiere saber nada al alejarlos inmediatamente de su disciplina. «Es un tema zanjado para el club desde el momento en que esos jugadores dejaron de pertenecer a su disciplina, así que no ha habido ningún vínculo con ellos», declaraba la presidente recientemente a El Mundo. Y si de los agresores no quiere saber nada de ellos respetando la labor de la justicia, sobre los impagos que sufren sus jugadores Martínez dice: «La parte más sustancial de nuestros ingresos proviene de subvenciones. Tenemos la suerte de que el Ayuntamiento nos ayuda, pero las subvenciones federativas nunca llegan en bloque, dado que cada una lleva una tramitación. Y eso nos ha generado problemas de liquidez. No es una cuestión de que el dinero no vaya a llegar o de que nos hayamos comprometido por encima de nuestras posibilidades, sino de tiempos. Comprendemos las necesidades económicas de nuestros jugadores, como las de cualquier otro trabajador. Y por supuesto que apoyamos cualquier acción para hacer valer sus derechos. Sin embargo, en este caso se trata de un problema temporal».

Lo que toca ahora es disfrutar de la fiesta de la visita de un Primera División a Aranda de Duero, una localidad de 33.000 habitantes que en este puente incrementará en vecinos. «La gente me para por la calle para decirme que van a venir familiares a pasar el puente y para preguntarme si quedan entradas», comenta una abogada que espera y desea que su equipo pueda salir de la situación liguera en la que se encuentra.