Su derrota, su destitución y su descanso

El Cádiz CF sigue en puestos de descenso, sigue jugando a nada y por primer día en lo que va de temporada no tiene entrenador. Ya se sabe que así está montado este negocio, unos pierden y el que se queda sin trabajo es el que no corre pero teóricamente dirige desde el banquillo.

Tres partidos consecutivos perdiendo con una imagen más que lamentable. La cabeza que ha rodado, como suele ser lo habitual, ha sido la del entrenador, que de señorial que es tampoco ha querido decir en alto lo que piensa, pero los privilegiados, al menos de momento, son los futbolistas.

Lleva el club un par de semanas yendo a la deriva, sin orden ni concierto. El presidente Manuel Vizcaíno ha dejado seguir rodando una bola de nieve que no han querido coger hasta tres entrenadores (Rubi, Diego Martínez y el toto Berizzo) y que es muy posible que recaiga en otro, un tal Guille Abascal, que no pida demasiado con tal de sentarse en el banquillo de un Primera de la liga española. Y mientras, a los jugadores, los mayores responsables de la pésima temporada que hace dos semanas Vizcaíno tildaba como de las mejores de la historia del Cádiz CF, se van de descanso todo el fin de semana.

A falta de entrenador, de interino o de delegado que haga correr al cuartel, los futbolistas amarillos descansan dos días seguidos tras perder tres partidos consecutivos. Vendrán psicoanalistas, coachs y demás a decir que lo mejor que le pueda venir a un vestuario para la salud mental es desconectar, pero... ¿cuándo han conectado estos jugadores? Mínimo, desde el 1 de septiembre.

Este lunes el equipo vuelve al trabajo en la ciudad deportiva del Rosal y de momento no se conoce bajo las órdenes de quien entrenarán. En el caso de que Vizcaíno no resuelva el fichaje de Abascal, por el que el Spartak de Moscú pide dos kilos, será el entrenador del 'B', Alberto Cifuentes, el que se haga cargo de un equipo atormentado.