Cádiz CF
«Degradación, profunda vergüenza y esperpento»
Alma Cadista pregunta a Manuel Vizcaíno, Rafael Contreras y Juan Cala si estarían dispuestos a bajarse el sueldo para reforzar la plantilla la próxima temporada
No vuelvan, por favor (1-0)

El colectivo de aficionados y aficionadas Alma Cadista quiere expresar su profundo alivio por la sufrida permanencia matemática conseguida en Segunda División por el recién descendido de Primera División Cádiz CF. Este mínimo consuelo no mitiga la profunda vergüenza que todo el cadismo volvió a sentir el pasado domingo ante la indigna actuación del equipo ante un conjunto condenado a la Primera RFEF, que hasta entonces sólo había ganado dos partidos en su casa en toda la temporada. El Racing de Ferrol ha logrado 4 de los 6 puntos posibles con el Cádiz y ha dejado su portería a cero en los dos enfrentamientos.
El presidente y director deportivo de la entidad, Manuel Vizcaíno, ha hecho historia en el club, ha conseguido lo que ningún dirigente de la entidad había logrado en sus más de cien años de historia; romper el vínculo entre la afición y su equipo. Ha conseguido que cadistas con más de medio siglo de trayectoria como abonados se planteen si merece la pena renovar su asiento (lleno de mierda y de cagadas de palomas un domingo sí y otro también) para la próxima temporada.
Ante esta quiebra evidente, Manuel Vizcaíno, presidente y director deportivo, junto a su mano derecha Rafael Contreras, en lugar de calmar las aguas siguen desafiando al cadismo con actitudes y decisiones incomprensibles. La prensa local ha publicado en estos últimos días que el club ha sondeado entre los socios qué les parecería una subida del abono para la próxima temporada con el objetivo de reforzar la plantilla. Esto sólo tiene una respuesta posible: ¿Estarían dispuestos Manuel Vizcaíno, Rafael Contreras y Juan Cala a rebajarse sus sueldos para dar al Cádiz una plantilla digna para el nuevo curso? El socio no puede ser el que cargue con los errores de planificación y la falta de liquidez. Hay que premiarle, no castigarle.
La única estrategia de los gestores del Cádiz CF parece tener sólo un objetivo: ganarle la guerra que unilateralmente le han declarado al cadismo. Cada decisión, cada gesto, cada movimiento parece tener el fin de calentar aún más a una afición que se tapa la cara cada vez que su equipo pisa un campo de fútbol.
La degradación y el esperpento deportivo ya no lo disimula ni el propio entrenador que dejó claro en su rueda de prensa tras el bochorno ante el Racing de Ferrol que cuenta con una plantilla muy limitada y que apenas da la talla para mantenerse en Segunda División. Gaizka Garitano es una víctima más de esta nefasta gestión, lo fue Álvaro Cervera, lo fue Sergio González y ahora le toca al técnico vasco. Los tres pidieron a gritos reforzar la plantilla y lo único que recibieron fue el silencio por respuesta.
A todo ello se suma el fracaso incontestable de la cantera. El descenso de cuatro equipos en la misma temporada (del que el club aún no ha informado oficialmente) cierra el bochornoso rumbo que Rafael Contreras le ha dado a las categorías inferiores. Es evidente que el Cádiz B no cotiza en el Nasdaq y no es por tanto una prioridad para el vicepresidente.
Alma Cadista quiere agradecer al cadismo el apoyo que, pese a todo, ha dado al equipo durante esta horrible temporada. La afición ha estado muy por encima de sus dirigentes y de la plantilla. Es urgente que el club haga un cambio radical en su política deportiva si no quiere que la desafección vaya en aumento y el año que viene haya más suciedad que socios en los asientos.