La Copa no ahoga las penas

En un césped artificial, en unas dimensiones distintas y con parte de la cabeza pensando en el duelo ante el Getafe del próximo lunes. Explicaciones, o excusas, las que quieran, pero la imagen mostrada por el Cádiz CF ante el Badalona Futur no hace más que profundizar en el mal momento que vive el equipo que dirige Sergio González. Ni en el tiempo reglamentario, ni en la prórroga. Hubo que esperar a la tanda de penaltis para ver como los amarillos conseguían, al fin, deshacerse de su rival, tres escalones por debajo a nivel de categorías que los cadistas.

Y es que el técnico catalán pocas cosas positivas puede extraer del duelo copero más allá de un obligadísimo pase a la siguiente ronda. Los minutos disputados por Víctor Chust tras varios meses sin jugar, los puntuales chispazos de calidad de Robert Navarro y la profesionalidad y nivel garantizado de David Gil son, quizás, lo único que puede sacar una sonrisa a Sergio en el viaje de vuelta. Por lo demás, los amarillos han mostrado muchas más sombras que luces ante un equipo de Segunda Federación que, durante ciertos tramos del choque, dominó la posesión y puso contra la pared a un Cádiz que tuvo que aferrarse a la intervención salvadora del portero suplente que, una vez más, demuestra que podría ser perfectamente el titular si no hubiera un monstruo bajo palos como competencia.

En primer lugar, la unidad B queda muy señalada en este enfrentamiento. Jugadores como José Mari o Álvaro Negredo han dejado un muy mal sabor de boca durante los minutos que han jugado, y otros como Escalante o Maxi Gómez no han cumplido con lo esperado y no salen reforzados del encuentro. Sin duda, malas noticias para un Sergio que buscaba un punto de inflexión, al menos mental, en este choque para varios de sus efectivos. Sin embargo, el técnico se vio abocado a tirar de la unidad A para solventar una papeleta que, a pesar de jugar con uno más durante buena parte de la prórroga, se tuvo que solventar desde los once metros. Y, ni aún así, logró desatascar el ataque amarillo. Robert Navarro, que volvía tras su absurda acción en Mestalla, tuvo momentos de magia, que los combinó con pérdidas absurdas que bien pudieron costar algún susto y no libró a compañeros como Rubén Alcaraz de la cartulina amarilla.

No son buenos tiempos para el Cádiz CF, que necesita reencontrarse con su mejor versión cuanto antes para afrontar un calendario que, ahora sí, lo enfrentará a rivales directos para conseguir la permanencia. El próximo compromiso será el lunes, a las 21.00 horas, ante el Getafe CF. Es el momento.