Cádiz Cf
La constancia y la fe tienen su premio
El gol de Sergio Ortuño da la razón a los planes de Garitano, que ha sabido esperar al mediocentro
La crónica de la victoria en La Rosaleda
A. C.
Cádiz
Fueron tantas las dudas que despertó su inactividad en verano que de ser un fichaje ilusionante al poco se convirtió en tabú. Nadie sabía muy bien lo que le sucedía, por qué su ostracismo en la pretemporada se preguntaban muchos cadistas. Fueron tantas las sospechas que hasta su nombre salió al escaparate como transferible a pesar de haber sido de los primeros en sumarse al proyecto creado por Cala y consensuado con Garitano, clave en el rejuvenecimiento de la plantilla. La respuesta a todas esas cuestiones la dio Juan Cala en cuanto pudo. El motor del Eldense, descendido a Primera RFEF el curso pasado, había llegado con unas molestias que no le permitieron entrenar con normalidad en el pasado verano preparatorio.
A sabiendas de ello, el cuerpo técnico de Garitano lo ha ido mimando sin prisa, tampoco con pausa. Sergio Ortuño comenzó sin jugar la temporada y ha ido entrando muy poco a poco y casi que de tapado en los planteamientos de un equipo en el que ha llegado a convertirse en titular en la jornada quinta, ante el Eibar, donde comenzó a demostrar para lo que ha venido.
Conjuntándose en el centro del campo con el imperial Moussa Diakité, lo cierto es que este Cádiz CF ha ganado enteros en la elaboración, en el proceso de madurez en los tempos del partido, en la creación de un orden ofensivo y un equilibrio defensivo. Y también en gol, como pudo verse el pasado domingo en el que Ortuño estrenó su casillero al marcar el de la victoria en el derbi ante el Málaga.
El protagonista del encuentro atendió a los medios oficiales del club, donde expresó su alegría. «Es un día redondo, además nuestra primera victoria fuera de casa, con toda la gente que ha venido y con sufrimiento otra vez. Tres puntos que son muy valiosos para nosotros», afirmó en la zona flash.
Ortuño también destacó el trabajo colectivo y las oportunidades creadas: «Venimos muy bien, segunda portería a cero seguida, hemos estado bien con balón. Hemos podido hacer el segundo en alguna ocasión y luego nos ha tocado juntarnos y sufrir. La gente que ha entrado de refresco también nos ha ayudado mucho».
El gol de Ortuño llegó tras una gran presión del equipo: «Le llega el balón a Álvaro (García Pascual), sabía que tiene un disparo muy fuerte y para el portero iba a ser difícil. Mi instinto me dijo que fuera a por el balón… y para dentro».
Sabiéndose respaldado por su cuerpo técnico, Sergio Ortuño ha sabido esperar su oportunidad confiando en su potencial, en su constancia y en esa fe que ya transmitía en su Elda natal.
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