El centenario Álvaro Negredo

«El Cádiz ya tiene el primer fichaje para Primera División, es Álvaro Negredo». Eran las palabras de Manuel Vizcaíno en la Cadena COPE una vez el conjunto amarillo había consumado su deseado ascenso a Primera División en la temporada 2019/20. De esa forma, el presidente de la entidad amarilla daba el pistoletazo de salida a la nueva etapa cadista: la de élite del fútbol español. Y lo hacía con un viejo rockero para garantizar la producción ofensiva de los amarillos. Un ciclo que sigue vigente y que ya carga a las espaldas del ariete vallecano un total de cien partidos con la camiseta amarilla.

Un fichaje que provenía del Al Nasr de la liga de Emiratos Árabes y que estuvo acompañado de escepticismo por parte de cierto sector de la afición amarilla por la edad del ariete. Sin embargo, el rendimiento de Negredo fue tremendamente bueno durante la primera temporada. Con ocho goles y cuatro asistencias, el vallecano contribuyó de gran manera en la permanencia del Cádiz con Álvaro Cervera en el banquillo.

El siguiente curso, el de la transición entre el técnico ecuatoguineano y Sergio González, el delantero ganó protagonismo con la llegada del catalán al banquillo amarillo. Finalizó la campaña con siete tantos y dos asistencias, además de tres goles y tres asistencias en la Copa del Rey. Sin duda, una figura más que relevante para entender las dos primeras salvaciones de los amarillos en la máxima categoría del fútbol nacional.

Cierto es que, a raíz de ahí, la contribución de Negredo al Cádiz se ha ido diluyendo progresivamente. Su forma física y la llegada de muchos refuerzos para la parcela ofensiva le han trasladado a un segundo plano a nivel deportivo, aunque su influencia positiva dentro del vestuario sigue vigente y su incidencia es más que notable para los intereses del cuadro dirigido por Sergio González. Un Sergio que bien puede agradecer su continuidad en el banquillo amarillo al pie y al instinto goleador del vallecano. Y es que, cuando todo estaba oscuro, Negredo puso el pie para revitalizar a un equipo que parecía muerto. Era aquella etapa en la que el Cádiz acumulaba cinco derrotas consecutivas con cero goles anotados. En Valladolid, tras superar la tormenta, el vallecano recogió un centro de Zaldua al segundo palo para hacer volver a creer a todos los sectores del cadismo. Un punto de inflexión clave para entender otra permanencia más.

Un ciclo que se ha ido agrandando a pesar de su perdida de protagonismo y que, ante el Girona, alcanzó la cifra redonda de cien partidos con la camiseta amarilla. Y es que, a pesar de ser consciente de su actual rol, el de Vallecas lo tiene muy claro. «Me encuentro bien físicamente. A uno le gusta jugar más, pero al final el míster decide. Yo voy a seguir ayudando al equipo desde donde toque, sea en el campo, en el banquillo o fuera de él«.

A sus 38 años, Álvaro Negredo sigue con la misma fijación que lo ha caracterizado toda su carrera: hacer goles. Y, siempre que le toque ayudar a los suyos desde el césped, pondrá toda la carne en el asador para ello. Más o menos criticado, lo cierto es que la actitud del jugador siempre ha sido exquisita y su instinto dentro del área seguro que otorga más alegrías a la afición. De momento, ya ha alcanzado los cien partidos, aunque su contrato finaliza en junio de 2024.