El Cádiz ya llega al postre

Lesiones, expulsiones o estados de forma. Por lo que fuera, el Cádiz de este curso llegaba demasiado justo a los tramos finales de los encuentros. Fue uno de los grandes debes de Sergio González, que no supo manejar correctamente las piezas del banquillo para mantener a los amarillos con vida hasta el pitido final del colegiado. De hecho, en el presente curso y bajo la dirección del catalán, el Cádiz tan solo fue capaz de anotar un solo tanto a partir de la hora de partido: el gol de Chris Ramos de cabeza para empatar el choque en Gran Canaria ante Las Palmas.

Hasta entonces, el tanto más tardío de los amarillos había sido el de Luis Hernández en el minuto 59 ante el Almería en la tercera jornada de campeonato. Sea por lo que sea, el Cádiz está llegando más entero a los minutos finales bajo la tutela de Mauricio Pellegrino y así lo ha demostrado en los dos últimos choques, aunque el resultado final no fuera el esperado inicialmente.

Ante el Celta, los goles de Juanmi (66') y Darwin Machis (100') lograron igualar la contienda ante uno de los máximos rivales directos por la permanencia. Mismo cuento este fin de semana frente al Rayo, cuando el tanto de Javi Hernández (92') puso las tablas en Vallecas.

Un síntoma más de la mejoría amarilla, pero que es insuficiente dado que sirvieron para igualar y no para llevarse el gato al agua, que era lo deseado. En definitiva, Mauricio Pellegrino ha logrado que el equipo gaditano supere uno de sus grandes hándicaps de la temporada, y ahora solo falta conseguir que ese arreón final sirva para ganar encuentros y no para empatarlos. De hecho, en ambos encuentros el cuadro gaditano mereció mucho más. Quedan once finales y las matemáticas están ahí. Sin duda, el Cádiz se enfrenta a un tramo decisivo de temporada agónico no apto para cardiacos.