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«Hay buenos entrenadores en Cádiz y con experiencia; yo también sé hablar de bloque bajo pero hay que ganar partidos»
Antonio Calderón suma su segundo ascenso consecutivo tras entrenar en Tercera Federación «sin que se me caigan los anillos», mirando de reojo al club de su vida: «Hace falta que el cadista recupere la ilusión»
Antonio Calderón: «Mi Cádiz era un equipo humilde, pero que jugaba bien»
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Hablar de Antonio Calderón Burgos (Cádiz, 2 de junio de 1967) es hacerlo de uno de esos gaditanos que nunca ha tenido reparos en coger carretera y manta para tratar de trabajar de lo suyo y disfrutar de su gran pasión, el fútbol. Lo hizo como jugador cuando tras años en Primera y Segunda División decidió jugar a esto del balompié en Escocia, incluso ya siendo jugador-entrenador en el Raith Rovers de la segunda división del país británico. Fueron los primeros pinitos en el banquillo de aquel fútbolista del Cádiz que luego se marchó a Vallecas y Mallorca, antes de salir de España.
Como entrenador, Calderón ha trabajado en muchos lugares, ya sea Escocia, Egipto o Bélgica, pero también en Huesca, Granada, Fuenlabrada, Salamanca, Albacete y por supuesto al Cádiz, tanto en la cantera como en el primer equipo. Una larga trayectoria que hace dos temporadas le hizo aterrizar a dos horas de su ciudad natal, Torremolinos. Allí, los propietarios japoneses del club belga en el que estuvo anteriormente le encomendaron la misión de salvar al equipo de la Costa del Sol, por entonces en Segunda Federación. No pudo ser, a pesar de la reacción del equipo y bajaron a Tercera Federación, quinta categoría nacional.
Dos temporadas después, y aún por lo arriesgado del proyecto, Antonio Calderón ha logrado dos ascensos y dos campeonatos consecutivos colocando al Juventud de Torremolinos a un paso del fútbol profesional. Su victoria de este fin de semana en la última jornada, unida al traspiés del equipo murciano de La Unión, coronaron al equipo malagueño como campeón del Grupo IV de Segunda Federación.
«Ya el año pasado subir fue una machada porque teníamos en el mismo grupo al Jaén y los filiales de Málaga y Almería», reconoce Calderón respecto a la pasada campaña cuando militaban en Tercera Federación. «Quedamos campeones y esta temporada en la primera vuelta pecamos de inexperiencia porque nos adelantábamos en el marcador pero casi siempre nos empataban. Hemos mejorado mucho en las últimas semanas pero La Unión nos cogió ventaja a falta de cinco jornadas cuando nos ganaron y tuvieron cinco puntos más. En las últimas semanas hemos ganados tres partidos, ellos solo uno y al final le hemos adelantado logrando el ascenso directo».
Calderón recuerda cómo fue la decisión de entrenar en una catagoría tan baja, algo a lo que él no estaba acostumbrado. «Cuando vengo a Torremolinos la situación era complicada. Reaccionó el equipo pero al final no pudimos mantener la categoría. El grupo inversor es el mismo del equipo en el que yo estaba en Bélgica. Me ofrecen la opción de quedarme porque tienen un proyecto a largo plazo, aunque para mí entrenar en Tercera Federación era una opción arriesgada», destaca el gaditano.
La clave de esta temporada, explica, ha sido la confianza en lo que tenía. «Mantuvímos el bloque pero también con mucha gente joven porque los dueños querían colocar jugadores de otros clubes. En enero nos libramos de alguno y fichamos futbolistas con algo más de experiencia que nos han venido muy bien«, reconoce.

Sobre el hecho de comenzar con este equipo desde tan bajo, Calderón desvela que «no se me han caído los anillos por entrenar en Tercera Federación. Los entrenadores tenemos que intentar mantenernos en el nivel en el que estamos porque si das un paso atrás y no te sale bien te quedas ahí. Yo recuerdo cuando entrenaba en Segunda. Lo hice bien pero decidí entrenar a un club grande como el Tenerife en Segunda B. No salió bien y al final te quedas en esa categoría. Este año lo hice en Torremolinos en Tercera Federación porque estoy a gusto, me dejan trabajar y quizás también estoy mayor y veo lejos la posibilidad de entrenar en Segunda. Cuando uno está a gusto trabaja mucho mejor y si es a dos horas de Cádiz pues era una opción muy buena. Es un club serio con los pagos y en la manera de trabajar, la verdad«.
Y tras conseguir el ascenso, en un club con mucho margen de mejora, Calderón tiene claro que es necesario hablar ciertas cosas. «Me ofrecieron la renovación hace un par de meses pero lo dejé todo para ahora. Nos tenemos que sentar y ver a dónde queremos ir. Hace unos meses la posibilidad era jugar un 'play off', sabiendo que ascender era complicado. Ahora se ha conseguido y hay que dar un paso adelante en muchas cuestiones, por ejemplo las instalaciones porque la Federación te va a pedir unos mínimos. Y luego porque no queremos llegar para caernos, sino hacernos más fuertes para el futuro«.
«El Cádiz debe recuperar la ilusión de la gente»
El trabajo de Antonio Calderón es la demostración de que conseguir objetivos en categorías bajas no es nada fácil y que los buenos entrenadores se demuestran compitiendo en el barro, como se suele decir. «Tomar decisiones en cuanto a los entrenadores es difícil porque tienes una masa social detrás. Si tu estás en Primera y fichas a un futbolista de Segunda la gente se extraña, con los entrenadores pasa lo mismo. Yo he estado en categorías altas y he demostrado que puedo rendir. Lo que tenga que venir que venga, yo hago mi trabajo lo mejor que pueda sea en la categoría que sea«.
En el fútbol actual muchas veces se busca fuera lo que uno puede tener en casa. «Hay muy buenos entrenadores en Cádiz y también con años de experiencia. Yo también sé hablar de bloque bajo, jugar a los cuadrados y de la presión tras pérdida. Eso ya existía antes pero se le llamaba de otra manera y está muy bien pero luego luego hay que ganar partidos», reconoce entre risas
Una temporada en la que ha logrado el ascenso pero en el que han bajado hasta tres equipos de la provincia de Cádiz. «El filial del Cádiz es un equipo muy jóven y ha tratado de mantener la categoría, que no lo haya hecho no debe ser una debacle. Es más preocupante para equipos como la Balona y el San Fernando que llevan varios descensos. Tendrán que mirar hacía dentro y ver qué han hecho mal», explica.
Sobre el filial amarillo, equipo que bien conoce y al que dirigió en su momento, Calderón destaca que «tener jugadores tan jóvenes no es fácil a veces de cara a competir en una categoría. A mi no me gusta un descenso y entiendo que lo ideal es compaginar la promoción de jugadores con la competitividad del equipo pero no debe ser un drama».
Y aunque en esté en otras labores, Calderón no pierde la vista al equipo de su vida. «El Cádiz ha pasado de ser un equipo pequeño en Primera a uno grande en Segunda y hay que adaptarse rápido mentalmente. Si no lo consigues y llega un cambio de entrenador te pasa lo que ha pasado. Lo único que hay es centrarse en la temporada que viene. Lo ideal sería tratar de ilusionar a la afición porque si estás todo el día enfadado no es bueno para el equipo«, concluye.