Cádiz Cf

El balón parado como hándicap

Las acciones de estrategia obstaculizan enormemente el objetivo amarillo tras los encuentros ante los equipos de la zona alta de la tabla

Mauricio Pellegrino, durante el Girona - Cádiz AGENCIAS

Pablo Vallejo

Cuando un equipo se está jugando lo que se está jugando el Cádiz CF y debe afrontar durante el camino encuentros de dificultad ante equipos de la zona alta de la clasificación, las acciones a balón parado suelen ser una buena fórmula para igualar fuerzas y buscarle las cosquillas a tu afamado rival. Eso, al menos, dice la teoría, porque en la práctica el cuadro que dirige Mauricio Pellegrino ha demostrado todo lo contrario desde que el argentino asumió los mandos del vestuario.

Un hueso duro de roer, como puede ser el FC Barcelona, la Real Sociedad o el Girona, gran revelación de esta campaña, es altamente probable que, por calidad futbolística individual y colectiva, sea capaz de generarte, al menos, un par de ocasiones muy claras durante el encuentro. Ocurría, por ejemplo, en el enfrentamiento ante los de Xavi Hernández, cuando Víctor Chust despejaba sobre la línea una buena definición de Fermín López y, en la segunda mitad, el poste se topaba con un disparo de Joao Félix.

Sin embargo, el tanto blaugrana llegó tras un saque de esquina. El atacante luso no encontró ningún tipo de inconveniente en forma defensiva para hacer nada más y nada menos que una chilena en el área pequeña que protegía Conan Ledesma ante la pasividad de Javi Hernández, sobre todo, y de Iza Carcelén.

Algo inadmisible porque, mayoritariamente, el acierto rival en las acciones a balón parado viene provocado por el error propio a la hora de atajarlas. Así fue ante el FC Barcelona y así fue ante la Real Sociedad. Desconexión coral de los amarillos para disfrute donostiarra en un encuentro que los de Pellegrino habían planteado correctamente y del que, si no fuera por la falta de concentración, podrían haber rascado puntos perfectamente. Kubo estuvo más vivo que nadie, Oyarzabal puso la magia y Mikel Merino el remate en forma de estocada para mandar a la basura el trabajo y el planteamiento de toda una semana de entrenamientos.

El último episodio de esta serie fue en Montilivi el pasado sábado. Uno de los mayores arsenales ofensivos de la competición se enfrentaba a un Cádiz desnudo y desprotegido por la mala lectura de partido de su técnico. Mientras el Girona puede llegar a acumular a jugadores como Aleix García, Iván Martín, Yangel Herrera, Miguel Gutiérrez, Yan Couto o el propio Dovbyk en zonas interiores, los amarillos tan solo contaban con Rubén Alcaraz y Álex Fernández. Ambos, a pesar de su predisposición, no daban abasto y no lograron contener el potencial atacante catalán.

Aún así, el tanto que abrió la lata para los de Míchel vino en una acción a balón parado. Una vez más. Una jugada ensayada que está etiquetada de estupenda pero que, a la hora de analizarla, desprende un error brutal de marca de Lucas Pires, que pierde a Eric García sin ser bloqueado o taponado por algún futbolista del Girona. Una vez más, la falta de concentración condenaba al Cádiz. Eso sí, contra el Atlético de Madrid o el Athletic de Bilbao, especialistas en estos lances, Conan Ledesma logró mantener su portería a cero.

Aunque otro de los goles encajados en la era Pellegrino que condicionan negativamente el devenir de la temporada fue ante el Rayo Vallecano, cuando el guardameta argentino erró en la salida y dejó en bandeja a Lejeune el tanto vallecano. Sin duda, uno de los grandes obstáculos que ha encontrado el entrenador y su cuerpo técnico a la hora de tratar de subsanar la situación clasificatoria amarilla.

Las declaraciones de Lucas Pires

Uno de los protagonistas en el duelo ante el Girona, Lucas Pires, atendió a los medios oficiales del club tras la derrota. «En la primera parte no conseguimos desarrollar nuestro fútbol como habíamos entrenado. Consiguieron marcar dos goles rápidos y nos resultó muy difícil. En la segunda parte, remontamos un poco, pero no pudimos cambiar el partido».

El brasileño miraba ya a la cita del cadismo el domingo ante el Mallorca, que jugará mañana en el Sánchez Pizjuán frente al Sevilla. «Tenemos que pensar en el próximo partido. No podemos pensar en otra cosa, tenemos que centrarnos en el próximo partido e intentar jugar bien y marcar. Eso es lo que importa ahora», finalizaba.

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