Vecinos dejan flores en el portal de la vivienda incendiada. :: J. S. / EFE
ESPAÑA

Los cuatro niños marroquíes de El Vendrell murieron por asfixia

Una colilla mal apagada o la chispa de una vela parecen ser las causas del trágico incendio

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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Los cuatro niños de origen marroquí que murieron en el incendio de su casa en el municipio tarraconense de El Vendrell (Tarragona) fallecieron de asfixia por la inhalación de humo mientras dormían en sus habitaciones. Así se desprende de la autopsia practicada a los hermanos de tres, cinco, ocho y doce años, cuyos cadáveres serán repatriados a Agadir, en Marruecos, en tres o cuatro días, según confirmó el Consulado de Marruecos en Tarragona, que costeará el traslado.

Ayoub, Thami, Mohamed y Osama perecieron en medio de un virulento incendio que se desató no por un problema en la instalación eléctrica, como se especuló en un primer momento, sino por un accidente fortuito, que lo pudo provocar una colilla mal apagada, una vela o un brasero. El fuego arrasó el comedor, según fuentes de la investigación, y llevará tiempo saber con exactitud qué prendió la llama.

Está claro que el incendio se inició en el comedor y se extendió por toda la casa después de que el padre y el hijo mayor abrieran las ventanas para escapar por el balcón. La entrada de oxígeno de la calle avivó las llamas. El fuego devoró la casa entera, en la que además había mucho material inflamable como mantas, bolsas de plástico y colchones, y solo se salvó la habitación en la que se refugió la madre con su bebé en brazos. Ambos fueron rescatados por los bomberos.

El padre, de 51 años, permanecía al cierre de esta edición ingresado en el hospital Vall d'Hebron de Barcelona con pronóstico grave por las quemaduras que sufrió en su cuerpo. Los otros dos miembros de la familia de nueve miembros que fueron hospitalizados, la madre y el bebé, continuaban estables.

Homenajes a los pequeños

El trágico suceso ha causado conmoción en el pueblo y la comunidad educativa de El Vendrell guardará hoy cuatro minutos de silencio en la plaza Vella de la localidad tarraconense. Será uno de los muchos homenajes que recibirán los pequeños, que siempre serán recordados en su colegio, Teresina Martorell, a través de cuatro árboles frutales que plantarán sus compañeros. Amigos y allegados de la familia colocaron además velas y flores ante la vivienda siniestrada el martes por la noche.

Los vecinos aprovecharon la atención de los medios de comunicación para mostrar su indignación por la situación que atraviesa el barrio, habitado por unas mil personas. Castigado por la pobreza y la crisis, en Pisos Planes se sienten desatendidos y dejados de la mano de dios. Los vecinos incluso se quejaban por la que entienden fue una intervención no demasiado rápida de los bomberos, aunque estos lo niegan.

Las autoridades temen que las llamas del incendio prendan también la mecha de un brote de hostilidad de la comunidad magrebí, que en 2010 ya protagonizó una batalla campal con los Mossos d'Esquadra después de la detención de un joven por tráfico de hachís. En verano, un joven marroquí murió en dependencias policiales y en la barriada creen que ya llueve sobre mojado.

Mientras, la Policía Municipal de El Vendrell visitó la finca siniestrada y pudo comprobar lo que es una regla casi general en la zona; es decir casas sin seguro, precariedad, pisos ilegales, realquilados y sobreocupados, como el de la familia que sufrió el accidente, con nueve miembros en un pequeño apartamento de 60 metros cuadrados. El Ayuntamiento se ha comprometido a facilitarles una vivienda.