Desde el Consistorio no entran a valorar el caso y lo definen de «asunto particular»

El extécnico municipal ha trabajado durante años en el Ayuntamiento de Cádiz. Es de sobra conocida la buena relación, más allá de lo estrictamente laboral, que mantiene con el primer teniente de alcaldesa, José Blas Fernández, quien fuera su jefe como concejal del área a la que estaba adscrito. No en vano, tanto en la denuncia en la que consta como imputado como en la que él mismo promovió y que ha sido archivada, el letrado que representa al exdirector del alumbrado público es el hijo de José Blas Fernández.

Este periódico se puso en contacto ayer con un portavoz del Gobierno local para saber si estaban al corriente de las diligencias judiciales abiertas y si se había producido algún tipo de reacción a las graves acusaciones que se formulan contra un antiguo responsable municipal, que llegó a tener una gran capacidad de influencia en un departamento estratégico, con un movimiento importante de contratos públicos.

La postura oficial del Ayuntamiento es la de no «entrar a valorar» el asunto porque se encuentra en los juzgados y será «la Justicia la que hable», indicaban fuentes oficiales del Gobierno local. «En cualquier caso es un asunto particular, que afecta a un extécnico que ya está jubilado». Así, desde el Consistorio se desvinculan de la figura de Germán Molina y de cualquier conducta que haya podido tener durante el tiempo que permaneció en el Ayuntamiento. La investigación también trata de dirimir si hubo adjudicaciones irregulares de contratos públicos, que podrían haber causado un perjuicio en las arcas públicas.