Las esperas volvieron a prolongarse ayer durante varias horas, tanto para entrar como para salir del Peñón. :: AFP/ MARCOS MORENO
CÁDIZ

Entrar o salir de la Colonia vuelve a ser una odisea

Los trabajadores de pueblos que lindan con ésta, como La Línea, Algeciras o San Roque, sufren a diario varias horas de espera para cruzar la verja y llegar a sus puestos

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Las colas de vehículos en los accesos a Gibraltar volvieron a aparecer ayer martes, provocando esperas y retenciones de vehículos desde primera hora tras la jornada de calma y aparente normalidad vivida el lunes.

Del mismo modo, los trabajadores españoles que están accediendo en turnos más tardíos también sufrieron problemas de paso, con una exhaustivo control de documentación y registro de coches o motocicletas, lo que está provocando quejas entre los ciudadanos que esperan, en territorio español, para entrar al Peñón.

En cualquier caso, en las últimas jornadas no ha habido cambios significativos en la frontera, «donde se mantiene la tónica de estos últimos días».

El exdiplomático español Inocencio Arias ha dicho este martes que España tiene derecho a «poner controles aleatorios» en la frontera con Gibraltar para defender la economía española, e incluso está convencido de que la ONU lo avalaría, pero ha advertido de que, más allá de «sacarle los colores», ni siquiera en ese caso el Reino Unido cambiaría de posición sobre el fondo del asunto.

El que fuera alto cargo de Exteriores con gobiernos del PSOE y del PP ha manifestado que si España acudiera a la ONU, este organismo «probablemente» le daría la razón, habida cuenta de que los gibraltareños lanzaron bloques de hormigón en aguas del estrecho con lo que imposibilitan faenar a los pescadores españoles. El conflicto diplomático desatado ha provocado además distintas reacciones en uno y otro sentido. Muchos, como Arias, consideran que Gibraltar es «una especie de tienda libre de impuestos, un casino, una sociedad de inversiones y una sede de contrabando que perjudica a España a diario», y por ello el gobierno español «tiene derecho a poner los controles independientemente de lo que ha ocurrido ahora», apuntó. La mezcla del litigio por la soberanía, con el conflicto de pesca y el contrabando, ha provocado en el Campo de Gibraltar numerosas opiniones enfrentadas, incluso entre los propios vecinos de localidades 'condenadas' a vivir con la colonia británica, caso de San Roque, La Línea o Algeciras.

Hay que recordar que en estos municipios son cientos los trabajadores que a diario cruzan la frontera para acudir a sus respectivos empleos. Además, muchas familias viven al margen de la legalidad, comprando en Gibraltar y vendiendo luego en España, los artículos sin IVA como bebidas, tabaco o perfumes.