solidaridad

Un joven barbateño pide ayuda para poder caminar

Aquejado de la enfermedad de Schidler, necesita apoyo para obtener una escala con la que subir a casa y dinero para subsistir mientras recibe el tratamiento

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El joven barbateño de 23 años, Juan Francisco Ramos, que padece adrenoleucodistrofia, una rara enfermedad genética -la misma que inspiró la película 'El aceite de la vida'- comenzó ayer en un centro de Sevilla un tratamiento de neurofisioterapia que podría hacerle caminar de nuevo después de más de once años postrado en una silla de ruedas. Aunque le han facilitado un piso para su estancia, su madre ha pedido ayuda para que le faciliten una escala móvil para poder subir las cinco plantas de su vivienda provisional hispalense.

Milagros Ramos, su madre, ha explicado que Juan comenzó el lunes por la mañana «bien temprano» su terapia en la capital hispalense. Emocionada, subraya la «fuerza de voluntad» de su hijo «que está muy esperanzado con este tratamiento y lo único que desea es volver a andar». El problema es que para su estancia en Sevilla, ya que la familia reside en Barbate, le han ofrecido una vivienda que tiene «muchísimos escalones» y aunque contaban con una escala móvil hace unos días para ayudarle a subir y bajar «la hemos tenido que devolver porque su anterior usuario la sigue necesitando».

Un calvario médico

Además, Milagros pide ayuda para poder mantenerse en la capital sevillana junto a su hijo durante los seis meses que dura su terapia, dado que tanto su marido como ella se encuentran desempleados y sólo cobran 400 euros. Según recuerda Milagros, a los pocos meses de nacer su hijo ya le notó «síntomas raros», en comparación con su hermana, aunque los médicos lo achacaban «a un retraso normal en el crecimiento». Según detalla, «y tras pasar por decenas de facultativos» durante años, decidieron trasladarse a Barcelona, donde ha estado tratando su enfermedad «aún sin diagnosticar» durante 17 años «porque se negaban a realizarle pruebas genéticas». Asegura que tras ver un día la película 'El aceite de la vida' le comentó a su médico que su hijo «andaba igual» que el protagonista y, a partir de ahí, comenzó a investigar y a tratarlo con este aceite «en contra de lo que me decían».

Tras ello, «y aunque consiguió una leve mejoría», esta familia continuó buscando tratamientos, «hasta llegar a Sevilla, donde me han dado muchas esperanzas de que mi hijo pueda volver a caminar con una fisioterapia neuronal».

Su tratamiento comenzó ayer y tiene una duración mínima de dos meses que se puede prolongar hasta los seis «casi con total seguridad». «Lo que ahora necesitamos es algo de ayuda para poder mantenernos durante todo este tiempo junto a nuestro hijo», asegura Milagros, que facilita un correo electrónico «para todo aquel que quiera ayudar a que nuestro hijo vuelva a andar», duendesdelsur2010@hotmail.com; o bien a través del Ayuntamiento de Barbate.