Sociedad

Un prodigio llamado 'Bestias del sur salvaje'

El director Ben Zeitlin construye un mundo fantástico en su primera película, que se cuela en la carrera de los Oscar

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Todo menos convencional. 'Bestias del sur salvaje' es la rara avis que se ha colado en la carrera hacia los Oscar de este año, después de haber irrumpido en Cannes, de donde se marchó con la prestigiosa Cámara de Oro a la mejor ópera prima, un premio que desde hace años ha mostrado mayor inclinación por un cine más minimalista que el de esta fábula desbordante sobre la infancia, la resistencia social en tiempos apocalípticos y la mirada mágica sobre la vida.

Todo es exceso en el primer largometraje de Ben Zeitlin, todo pretende ser épico, explosivo, vibrante. Y lo consigue, a pesar de su, en ocasiones, cansino esfuerzo. El director, con apenas presupuesto pero una prodigiosa imaginación, construye un mundo fantástico de alto calado emocional y subversivo, y se deslinda de cualquier referente 'indie' que pudiera sugerir el Gran Premio del Jurado que le concedió el Festival de Sundance hace ya un año. 'Bestias del sur salvaje' es en esencia una joya a contracorriente.

Hushpuppy es una niña de 6 años que vive sola con su progenitor en un 'bayou' (una zona de agua creada por antiguos meandros del río Mississippi). Ha crecido casi en solitario, acompañada por su padre alcohólico, por el resto de habitantes de su comunidad -también sumidos en la modorra del alcohol- y por la naturaleza salvaje y precaria que la rodea. En ese universo aislado, marginado con orgullo y convicción de la civilización, lo mágico y lo mítico son tan verdaderos como la fuerza descomunal de una tormenta que arreciará sobre su pequeño mundo, anegándolo, y poniendo a la pequeña Hushpuppy cara a cara con el dolor y la pérdida.

Con cuatro candidaturas a los Oscar, entre ellas una merecidísima a la pequeña actriz debutante Quvenzhané Wallis y a la dirección de Behn Zeitlin, este filme puede ser la gran sorpresa de una noche dominada por grandes nombres como Spielberg, Tarantino o el mismísimo Michale Haneke.