«Es una joya y va a ser un gran atractivo en dos años»

José Blas Fernández, número dos del Ayuntamiento, habla con cierto pesar de la Plaza. El Mercado Central le ha supuesto un dolor de cabeza que confiesa parcialmente, con discreción obligatoria para un dirigente institucional. Asegura que la cerrazón de algunos detallistas tradicionales a experimentar nuevas actividades o servicios ha sido un muro para la evolución del recinto desde que reabrió pero prefiere extenderse en el futuro en vez de remover el pasado. «El Mercado Central es una joya con un potencial que quizás aún desconocen muchos gaditanos, incluso algunos de los detallistas. Estamos muy ilusionados con esta nueva etapa. Desde el principio creímos que este tipo de locales gastronómicos, que funcionan bien en otros mercados en España, podían ser un gancho, un atractivo que beneficie a los demás, a los vendedores de pescado, por ejemplo, que son el centro fundamental de toda la actividad. El Mercado es el motor de la vida comercial del casco antiguo, especialmente en el horario matinal y con este proyecto de Rincón Gastronómico que nos planteó Asodemer puede reactivarse». El primer teniente de alcalde incluso pone fecha a esta nueva fase en la que la hostelería complemente la base fundamental de los perecederos. «Creemos que de aquí a dos años, esta idea va a afianzarse. Estamos muy ilusionados por el beneficio que puede suponer a los que trabajan en la Plaza y a todo el centro de Cádiz».

Cree que la faceta gastronómica, incluso la cultural, puede ir a más, que la posibilidad de instalar cubierta aún existe aunque sea técnicamente difícil y que «el rodaje del proyecto, el día a día, permitirá que evolucione, que se superen las lógicas dificultades».