La puesta a punto del Rey

Bromeó con su vuelta «al taller» y parece que la puesta a punto va bien. El Rey ya puede levantarse y «camina con autonomía» por la habitación del hospital madrileño Quirón San José en el que se encuentra ingresado tras la operación de cadera a la que se sometió el viernes pasado.

«Don Juan Carlos continúa evolucionando de forma muy favorable», según indicaron en su parte diario los médicos que le tratan, que también señalaron que ayer, tras una noche en la que pudo descansar sin complicaciones ni molestias, se le practicó una nueva cura en la zona intervenida en la que se pudo comprobar que la inflamación detectada los días previos ya ha desaparecido y la incisión quirúrgica se recupera según lo esperado.

La rápida evolución del Rey ha permitido al equipo médico «intensificar el programa de recuperación», si bien aún no se ha querido avanzar la fecha en que recibirá el alta para continuar con el tratamiento de rehabilitación en Zarzuela. En un principio estaba previsto que el periodo de hospitalización se prolongara durante cuatro o cinco días, por lo que de no producirse un contratiempo podría abandonar la clínica a lo largo del día de hoy o de mañana.

A don Juan Carlos se le ha implantado una prótesis de última generación en la cadera izquierda para paliar la artrosis que sufre y que le ocasionaba fuertes dolores y dificultaba su movilidad. A pesar de administrársele anestesia general, dada la técnica mínimamente invasiva empleada, los facultativos calculan que en el plazo de un mes la recuperación sea absoluta y el monarca podrá retomar su agenda oficial a pleno rendimiento ya sin las molestias que ha venido arrastrando los últimos meses.

Precaución

En cualquier caso, los médicos no quieren correr riesgos y prefieren adoptar las máximas precauciones mientras dure la convalecencia. En el recuerdo aún está la primera operación de cadera, realizada el pasado mes de abril a consecuencia de una caída durante un safari en Botsuana. Don Juan Carlos, que intentó acelerar al máximo su retorno al trabajo tras verse obligado a pedir disculpas públicas por lo inapropiado del viaje, hubo de ser intervenido en una segunda ocasión debido a una luxación que se produjo en una recepción oficial. Por este motivo, se espera que el monarca no protagonice ningún acto hasta la grabación de su tradicional discurso de Nochebuena. Sí se contempla en cambio que se encuentre en perfectas condiciones para presidir la Pascua Militar el 6 de enero. Hasta entonces, serán la Reina y el Príncipe de Asturias los encargados de representar a la Casa Real en los compromisos oficiales.

La de ayer fue una jornada de relativa tranquilidad en el hospital después de que a lo largo de estos últimos días el monarca haya recibido la visita de toda la Familia Real, incluido su yerno Iñaki Urdangarin, quien a iniciativa de su esposa la infanta Cristina acudió el domingo al centro hospitalario tras un año excluido de los actos oficiales debido a su vinculación con el caso Nóos, en el que se encuentra imputado.