Grande 'PUYI'

LLa imagen de ese brazo de Puyol en Lisboa frente al Benfica nos dolió a todos. Digo bien, a todos. A madridistas, a culés, a béticos, a sevillistas, a cadistas… a toda la gente sana del futbol. Porque el bueno de Puyol encarna todos esos valores de deportista profesional que empiezan a escasear. Entrega, compromiso, honradez, profesionalidad, sacrificio, humildad, respeto, liderazgo. Cuenta con una de las cosas vitales, el respeto de los rivales. Puyol es una roca, un gladiador; tuve la suerte de comprobarlo personalmente. Es duro pero noble. Y va a la verdad, por derecho, sin dobleces. Co mo en Sudáfrica, cuando clasificó a España para la final del Mundial. ¡Qué cabezazo! ¡Qué decisión al atacar el balón! ¿Que alemán iba atreverse a ponerse en su camino?

Pero esa verdad en todo lo que hace, a veces, trae consecuencias y las paga un valiente como él; por estar siempre en el frente, nunca en la trinchera. Va con todo, no se guarda nada. Y eso acarrea daños. Su nobleza en el juego es admirable, ha sufrido lesiones dolorosas y siempre vuelve con más fuerza. Le gana tiempo a todas ellas en su recuperación, con esfuerzo y dedicación. Este jugador (no así otros mas mediáticos) es un espejo ideal donde los jóvenes futbolistas deberían mirarse. Ese orgullo, esa casta con la que juega, dignifica la profesión de futbolista; merece un monumento a la competitividad. No será un ‘Balón de oro’, pero es de los que hace mejor a los que le rodean (que le digan a Piqué).

Al de Pobla de Segur quiero agradecerle especialmente el cariño, afecto y ayuda a mi querido y desaparecido Miki Roqué. Estuvo a su lado en Barcelona, pendiente del tratamiento y su salud hasta el último momento. Este gesto humano, unido al que tuvo con su compañero Abidal, hacen de ‘Puyi’ un grande. Un grande con mayúsculas. Por eso me da pena su desafortunada lesión y me llega su dolor. Volverá a dar muestra de su fortaleza, yo te mando también mis fuerzas ¡Animo ‘Puyi’!