Chiclana

Los vendedores ambulantes apuntan una bajada en las ventas de más del 60%

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«Hoy he vendido solo 13 euros, cuando otros años podíamos ganar unos 300 o 400 euros al día», las palabras de Manuela Jiménez, que cuenta con una experiencia de 27 años como vendedora ambulante, reflejan la realidad que viven los puestos del mercadillo de los martes, en La Longuera.

Manuela, al igual que otros compañeros que recorren a diario los municipios de Cádiz y provincias vecinas, aseguran que en los las ventas en pueblos más chicos «como Paterna o Conil, salvan las jornadas de Chiclana, Cádiz o San Fernando».

De forma general, los vendedores se refieren a la bajada de las ventas en más de un 60%; los que obtienen peores resultados llegan a afirmar que ganan más de un 70% menos que otros años.

Frente a estos resultados, los vendedores del mercadillo chiclanero esperaban algo de mejoría en los meses de verano «porque siempre viene mucha gente de fuera». Por el contrario, Juan Vázquez, reconoció que se trata del periodo «en que más han caído las ventas». Turistas vienen, aunque menos, «comprando lo mínimo y hasta regateando».

Ahora, muchos de ellos viven al límite, ganado lo suficiente para subsistir o peor, como es el caso de Fina, que asegura que gana «para darle de comer a la gasolinera y al Ayuntamiento, pero no me queda nada para mí». Para ella, «pagar cerca de 1.000 euros al año por estar aquí es el pez que se muerde la cola».

Dejarlo o salir de Andalucía

Viviendo a costa de dinero prestado de familiares o amigos, Fina se plantea dejar el puesto o irse a trabajar fuera de Andalucía. Y es que este planteamiento es el que ya han tenido que hacerse muchos de los puestos que conforman el mercadillo de los martes. Los que aún resisten afirman que han dejado la venta unos 30 o 40 compañeros, algo notorio al caminar por las calles de ‘los martes’ porque ya son varios los huecos vacíos que se pueden observar entre puesto y puesto.

Sin embargo, desde la delegación de Comercio del Ayuntamiento aseguran los vendedores que actualmente tiene el mercadillo son los mismos que hace un año. En total, 213 puestos y cinco o seis espacios vacantes.

Otros vendedores ambulantes, como Luis, aunque reconocen finalizar los meses con pérdidas «no me queda otra opción que esperar a que esto pase, pagando poco a poco las deudas porque ¿dónde encuentro trabajo con 45 años».

Para todos ellos, el problema se verá agudizado una vez llegue septiembre «cuando se vayan los visitantes y suba el IVA»; Juan Vázquez piensa en el invierno anterior, «que ya bajaron las ventas un 50% y eso ya es muy trágico» y temen verse abandonando el puesto al igual que han visto hacer a muchos compañeros en los últimos años.