Teatro Romano: dos años cerrado sin presente ni futuro

Es uno de los mayores atractivos turísticos de Cádiz, una pieza clave para el visitante con una mínima curiosidad cultural e histórica. Pero está cerrado. 'Sine die', en la lengua de sus constructores. El Teatro Romano de Cádiz, el mayor de su categoría fuera de la que fuera capital del imperio, no estará listo en todo el verano ni en todo el año. La Junta admitió la pasada semana, a través de Yolanda Peinado en El Puerto de Santa María, que desconoce plazos, fechas ni detalles de la reinauguración. Descubierto en 1980, y construido en el siglo I antes de Cristo, el gran tesoro del Cádiz romano es ahora un frustrante cofre cerrado para el turismo. Las obras comenzaron en julio de 2010. En unos días cumplirán dos años pero sería inexacto decir que han sido 24 meses de progreso. El proyecto de reafirmación de todo el entorno, con graves amenazas estructurales incluso para las viviendas colindantes, ha estado lleno de incidencias y frenazos. En octubre de 2011, justo un mes después de anunciar que el nuevo Teatro Romano, con centro de interpretación y todo, sería inaugurado en el año 2012, la Consejería de Cultura tuvo que admitir que la faena estaba parada.

Dificultades presupuestarias y de las empresas contratadas frenaron las obras. Tres meses después, en diciembre de 2011, volvieron a comenzar, en una nueva fase con 460.000 euros de presupuesto, que suman un total de 1,4 millones de coste total de la reforma.

Ahora, seis meses después del reinicio y cuando se cumplen dos años de cierre, la reapertura ni siquiera tiene fecha clara. El año 2012, entero, se da como imposible escenario de la recuperación. El verano, completo, pierde este atractivo turístico para el catálogo de la ciudad. Según datos de la memoria de la Consejería de Cultura de los años previos al cierre, el Teatro Romano de Cádiz recibía en torno a los 100.000 visitantes. El último ejercicio completo, 2009, recibió concretamente a 109.000 durante todo el año. Ese es el número de visitantes frustrados, por tanto, que computa cada año.

La delegada de Cultura de la Junta se limitó a admitir, en El Puerto, que «se sabía que iba a ser una obra dilatada en el tiempo» y achacó a las prospecciones arqueológicas la falta de un calendario claro. «Hemos tenido mala suerte, porque la empresa adjudicataria ha presentado suspensión de pagos», llegó a decir antes de conceder que la obra tiene una duración indefinida.

Este año también se han perdido 100.000 visitas. La Junta no puede garantizar que en 2013 sean otras tantas.