ESPAÑA

Zapatero logra el apoyo del grupo socialista para tratar de agotar la legislatura

Los diputados del PSOE aducen que hay «mucha carga legislativa» como para que se celebren en noviembre los comicios

MADRID. Actualizado: Guardar
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José Luis Rodríguez Zapatero ha conseguido un prietas las filas en torno a su empeño por agotar la legislatura. Al menos, de momento. El hecho de que haya salido a la luz lo que era tan solo, según dicen en el PSOE, un escenario más de los muchos que se han planteado estos días a rebufo de la debacle electoral ha disparado el resorte de autodefensa en el partido. El portavoz en funciones del grupo parlamentario, Eduardo Madina, encontró un nuevo argumento para justificar la consigna del presidente del Gobierno. «Hay -dijo- mucha carga legislativa».

Nadie se sale ahora del guion; aunque los argumentos que esgrimían quienes creían que Alfredo Pérez Rubalcaba tendría más posibilidades de alcanzar un resultado «digno» con elecciones en noviembre, razones de índole político-económica y también personal, no han desaparecido. Las perspectivas 'macro' para fin de año siguen sin ser halagüeñas y los intereses de un candidato que aspira a recuperar la confianza de su electorado, enfadado por los ajustes, aún chocan con los de un presidente instalado en el «cueste lo que me cueste».

En el grupo parlamentario socialista, que como casi todos los martes celebró ayer una reunión de trabajo, no hubo una sola voz partidaria del adelanto. Y Madina defendió que tanto las leyes pendientes de aprobación como «los desafíos que tiene el país necesitan el máximo tiempo hasta la finalización de la legislatura».

Es cierto que hay ahora en tramitación una treintena de iniciativas legislativas, pero apenas dos son realmente trascendentes para la estabilidad de España porque de no salir adelante recibirían una inmediata respuesta de los mercados y porque responden a compromisos adquiridos ante los socios europeos. Estas son la que afecta a la edad de jubilación -en el Congreso desde el pasado 25 de marzo- y el decreto de reforma de la negociación colectiva aprobado el pasado viernes en el Consejo de Ministros y registrado en la cámara este lunes. Si hay voluntad, ambas podrían estar listas en septiembre.

Guiños electorales

En cartera están también, no obstante, dos proyectos que el PSOE se comprometió a poner en marcha en su XXXVII Congreso, al poco de ganar las elecciones, pero que había guardado en un cajón hasta ahora. El problema es que se ve necesitado de un guiño a la izquierda para sacar adelante las leyes de igualdad de trato y no discriminación y el de muerte digna. Ambos han llegado al Parlamento después del varapalo del 22 de mayo.

Quienes abogan por agotar el mandato encontraron ayer además un espaldarazo inesperado. El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, afirmó en Onda Cero que a su juicio sería «deseable» que la legislatura llegue hasta el final. Su partido no garantiza el indispensable apoyo a los Presupuestos Generales del Estado, que por fuerza serán muy restrictivos porque el año próximo España debe llegar al 3% de déficit, pero sus palabras sonaron a bálsamo porque los nacionalistas vascos han sido hasta ahora una de las principales claves de la gobernabilidad para el PSOE.

Madina defendió que no hay argumentos para pensar que, si hasta ahora su grupo ha sido capaz de sostener al Gobierno pese a tener una mayoría precaria, ahora las cosas tengan que cambiar. El PP, en cambio, insistió en que la legislatura «no da más de sí». «Zapatero puede intentar aguantar pero la capacidad de aguante de los ciudadanos tiene un límite», alegó su portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría.