PESETA

Yo ya me estoy excitando de solo pensarlo. No imaginábamos nadie, ni en nuestros mejores presagios, que conoceríamos un turismo económico con carácter retro, por llamarlo de alguna manera. Pues ahora es posible gracias a los amigos del pueblo gallego de Mugardo. Concretamente a sus comerciantes, que en un alarde de 'sálvese quien pueda que la crisis nos persigue' han decidido instaurar el pasado reciente en sus transacciones comerciales. Vamos ya que la gente no puede rascarse el bolsillo porque no sale nada, quieren que nos rasquemos el baúl de los recuerdos. Efectivamente, vuelve la que nunca se fue, la que late en nuestra mente cuando hacemos cuentas serias, ella, la moneda de mi primera paga: la peseta. El Banco de España calcula que todavía quedan mil setecientos millones de euros en pesetas, dormidas en los colchones y en los cajones nostálgicos. Es mucho millón como para dejarlo sin pulir, a merced de los coleccionistas del futuro. Así que estos gallegos con tienda han legalizado la moneda de curso ilegal, y sin pasar por el Supremo, por que ellos lo valen. Pero claro, decir que una peseta es ilegal cuando el refranero y el cancionero popular están llenos de referencias peseteras, es difícil de creer. Así que ya saben, esta Semana Santa, ya tenemos el plan perfecto: turismo de peseta. Va a ser emocionante reencontrarse con la cara del Rey Juan Carlos estampada en una rubia y sin hematomas en los ojos. O pedir cambios para la máquina tragaperras y que te den aquellas monedas de veinticinco, que era el precio que tenían los vicios electrónicos; no como ahora, que si no metes una de euro, la máquina ni se inmuta. Eso sí, espero que los arqueólogos emocionales, estos señores de Mugardo, tengan el detalle de conservar los precios de entonces, porque si no, no sé si merece la pena volver al pasado. Ese cafecito a ciento diez, y no a euro diez como nos lo roban hoy en día. Si tienen sentimientos háganlo por ellos y no nos suban los precios, dejen que la peseta renazca tal cual era, ahogaba pero no mataba. Pasen buen día.