Messi no brilló aunque dio el pase del gol de Villa. :: EFE
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Preciado le echa una mano a Mou

El Sporting, con gol de Barral, maniató a los azulgranas en la primera mitad, y la reacción culé tras el descanso no fue suficiente para vencer Esta vez fue Guardiola quien hizo rotaciones y el Barça no pudo ganar en Gijón

GIJÓN. Actualizado: Guardar
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El Barça no pudo ampliar en Gijón su récord de victorias consecutivas en la Liga, una cifra que se queda en 16 para la historia, pero supo sufrir en un mal día para acabar sumando un punto gracias a un golazo de Villa.

El Madrid puede colocarse este domingo a cinco puntos del líder si gana al Espanyol, pero seguro que Guardiola estará satisfecho teniendo en cuenta la pésima primera parte de su equipo. Ironías del destino. Si en la primera vuelta las rotaciones que hizo Preciado ante el Barça provocaron que Mourinho acusara al Sporting prácticamente de no disputar los puntos del Camp Nou, pese al escueto 1-0 de aquel partido, en El Molinón fueron los cambios que hizo Guardiola en su once los que provocaron un pequeño caos que aprovechó el equipo asturiano para sembrar el pánico.

Seguro que el técnico portugués del Madrid no criticó esta vez que los entrenadores hagan rotaciones... El conjunto azulgrana no es el mismo sin Sergio Busquets, reservado para la Liga de Campeones. Mascherano tiene la mejor actitud y su trabajo defensivo es excelente, pero le falta toque para este Barça tan exigente en lo técnico. Con Puyol lesionado, Abidal se había reconvertido en el mejor central de la plantilla, pero el francés también descansó este sábado, dejando su plaza a un Gabi Milito en horas bajas tras sus lesiones y que quedó retratado al desequilibrarse en el gol de Barral, que antes había dejado en evidencia a Piqué con un recorte.

El disparo del delantero, ajustado a un poste, hizo inútil la estirada de Valdés en el minuto 16. Y con dudas en la zona defensiva y en la de creación, el Barça tampoco encontró la luz en el ataque.

El Sporting se cerró muy bien tras el 1-0 y creó un cortocircuito en el juego de paredes habitual entre Xavi, Messi y Villa, anulados por completo. En la segunda parte, Pep Guardiola comenzó a rectificar. Primero entró Pedro por Afellay. Y adelantó a Alves a la demarcación de centrocampista, casi de extremo. Con el 3-4-3 y el Sporting encerrado en su parcela, la máquina azulgrana comenzó a carburar. Villa recortó a poco del final y al Barcelona le faltó tiempo, así que se dejó dos puntos en Asturias.