Valeriano Gómez, Manuel Chaves y Miguel Sebastián, durante la reunión mantenida ayer en Ferraz. :: EFE
Economia

Gobierno y sindicatos venden las bondades de un pacto poco popular

Jesús Caldera, interlocutor socialista, retrasa a la próxima semana los contactos con los partidos políticos de la oposición

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los agentes sociales y el Gobierno hacen frente, tras la firma del nuevo acuerdo social y económico en el palacio de la Moncloa, a una labor más pedagógica y explicativa. El rechazo popular inquieta al Ejecutivo, los sindicatos y la patronal, que ahora se esfuerzan por vender las bondades de los cambios en sus numerosas apariciones públicas. «A la gente se le ha bombardeado con dos cifras: 67 y 38 años y medio. Si yo veo solo esto, también me opondría a la reforma», sugirió el líder de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, y añadió que hay compensaciones suficientes en el pacto de pensiones «que justifican la valoración de que se trata de un acuerdo equilibrado».

«De cada cien euros que producimos, dedicamos nueve a las pensiones. Si no hacemos reformas, tendríamos que asignar prácticamente el doble dentro de treinta años», ilustró el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, y aseguró que el acuerdo firmado con los sindicatos permite que «las pensiones se reformen con flexibilidad y poco a poco». Ayer, Gómez mantuvo un encuentro con miembros de la ejecutiva del PSOE para explicarles los detalles del acuerdo y pedirles que realicen «una labor de explicación puerta a puerta».

Antes, en un desayuno informativo, el titular de Trabajo rechazó que el coste del despido limite la creación de nuevas empresas. No quiso perder la oportunidad de defender la reforma laboral y auguró que los despidos no serán tan habituales, a pesar de que a partir de ahora su coste será menor. Con la intención de despejar las dudas sobre la nueva reforma, alegó que «está planteada para el crecimiento». Pidió paciencia a los agentes sociales y les instó a aplazar sus críticas hasta tener efectos del cambio.

«Implicándonos en el futuro de las pensiones es como mejor defendemos los intereses de la sociedad. Creo que con los años, algunos detractores de este acuerdo se sumarán a él», admitió el secretario general de UGT, Cándido Méndez, en la Cadena Ser. El líder ugetista mostró su total convencimiento de que los trabajadores no hubieran entendido que las centrales permanecieran al margen.

El portavoz socialista del Pacto de Toledo, Jesús Caldera, no cesó de hablar de las mejoras que supondrá la entrada en vigor del recién firmado acuerdo social y económico, pero apuntó que lo «óptimo» sería acompañar la reforma con un cambio de modelo productivo. Señaló que esta transformación no solo posibilitará la sostenibilidad del sistema, sino que ayudará a que las pensiones «ganen poder adquisitivo y que sean mejores en el futuro». Un estudio de la Fundación Ideas, promovida por el PSOE, estima que si otros sectores de actividad toman el relevo de la construcción, las futuras prestaciones por jubilación podrían revalorizarse hasta en un 44% de la pensión media. «Esta reforma no recorta ningún derecho, sino que los consolida», aseveró.

Incorporación «factible»

Fernández Toxo desveló que ha mantenido varias conversaciones telefónicas con el líder de la oposición, Mariano Rajoy, y que ve «factible» la incorporación de los populares al acuerdo. Valeriano Gómez indicó que la reforma de las pensiones acordada no solo respeta el espíritu del Pacto de Toledo, sino que es «fruto» de las recomendaciones de esta comisión parlamentaria.

Los encuentros no se celebrarán hasta la semana próxima, informó Caldera. El mediador elegido por Zapatero para conectar con las fuerzas políticas criticó con dureza a Rajoy, e ironizó al asegurar que escribe sobre «renglones torcidos». No obstante, confió en que el líder popular trate de alcanzar un acuerdo, porque no dispone de sus propias recetas.