Economia

Los sindicatos anuncian un 'otoño caliente' repleto de movilizaciones contra el Gobierno

CC OO y UGT llevarán a cada empresa la lucha contra la reforma laboral y el aumento de la edad de jubilación

MADRID. Actualizado: Guardar
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El espíritu del 29-S no se ha apagado. Así lo aseguran CC OO y UGT, cuyos líderes, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente, anunciaron ayer un 'otoño caliente' repleto de movilizaciones contra la política del Gobierno. La culminación llegará a mediados de diciembre, con dos movilizaciones que los sindicatos esperan «masivas».

El objetivo, según las centrales, es trasladar la protesta hasta la última empresa de España, grande o pequeña, para tratar de desbloquear la negociación de los convenios y, así, dejar claro al Ejecutivo que los trabajadores no darán su brazo a torcer en asuntos como la reforma laboral o la elevación de la edad de jubilación.

En la presentación de una propuesta conjunta de alternativas sindicales a la política del gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero, Toxo y Méndez dejaron claro que el reciente cambio de Gobierno no ha movido un ápice ni la resistencia de los sindicatos. «La orientación de la política del Ejecutivo es equivocada y, por tanto, por muy bien que la explique no va a poder dar la vuelta al rechazo generalizado que ya existe en la sociedad», sentenció Méndez, en un claro mensaje a la intención de Zapatero de dar la vuelta a la política de comunicación con su 'baile de ministros'.

Y es que a los sindicatos no ven de ninguna ayuda, como se ha sugerido desde algunos sectores, el que el nuevo ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, esté afiliado a UGT o hubiera participado en la manifestación de la reciente huelga general. Ese supuesto 'guiño' a los trabajadores no tiene valor para ellos. «Veremos si a base de guiños el Gobierno no se queda bizco», apuntó Toxo. «Si se guiña un solo ojo, no se ve por él, pero si se guiñan los dos ojos la consecuencia es que no se ve la realidad», apostilló Méndez.

CC OO y UGT tienen muy claro que «van a demostrar al Gobierno que el conflicto social sigue abierto», afirmaron sus respectivos líderes. La prioridad se ambas formaciones no es contentarse con unos reglamentos de desarrollo de la reforma laboral más o menos dulcificados, como se ha sugerido desde el Gobierno, sino tumbar el texto de la ley. Una norma que los sindicatos están convencidos de que no creará empleo, sino todo lo contrario.

«Una ley se cambia con otra ley», destacó Toxo, que advirtió que si no hay un paso atrás las centrales están dispuestas a presentar una iniciativa legislativa popular con la que intentar diluir la reforma. A juicio los secretarios generales, la norma aprobada por el Parlamento abarata y facilita el despido objetivo, y sustituye a los trabajadores con contrato fijo por otros en condiciones muy precarias. Sobre las movilizaciones, CC OO y UGT anunciaron un aluvión de protestas en la calle y los centros de trabajo. Paros, huelgas, concentraciones y manifestaciones durante las próximas semanas, que tendrán su punto culminante el día 15 de diciembre, coincidiendo con la Segunda Jornada de Acción Europea convocada por la Ces, y tres días más tarde con manifestaciones en todas las capitales de provincias.

Recuperar la confianza

Tras el llamamiento del Gobierno -por boca de Alfredo Pérez Rubalcaba- a reanudar el diálogo social entre patronal y sindicatos para desbloquear la negociación de los convenios colectivos, de los que solo se han rubricado el 11%, CC OO y UGT reiteraron su total disposición a cualquier encuentro. Eso sí, matizaron, es imprescindible «recuperar la confianza» entre las partes y, añadieron, a eso no ayuda el plazo de seis meses impuesto por el Ejecutivo.

Un ultimátum que, dijo Toxo, «solo genera tensión, crispación y desincentiva la negociación». Méndez argumentó que será muy difícil reanudar cualquier diálogo si el Gobierno se empecina en ampliar la edad de jubilación o en congelar las pensiones (las más altas).

Sobre sus 'alternativas' en política económica, los sindicatos abogaron por liberar más recursos para la inversión productiva y la innovación, mientras se refuerza la lucha contra el déficit desde el lado de los ingresos. En este sentido, CC OO y UGT apuestan por recuperar, por ejemplo, algunos impuestos como el de Patrimonio, o por potenciar la lucha contra el fraude fiscal.