Opinion

Cálculo electoral

El escapismo de Zapatero, zafándose de sus compromisos, bordea la leyenda del Gran Houdini

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Aunque los cabezas de huevo de Ferraz hayan calculado que lo urgente era cortar la sangría de votos en Cataluña, sobre todo después de encabronar a funcionarios, pensionistas, dependientes y padres de familia, además de liberales, católicos y madridistas. la decisión de Zapatero de apoyar ahora la renovación del Tribunal Constitucional, cuatro semanas después de rechazarlo, va a debilitar más al presidente veleta. Y eso que rectificar en cuatro semanas empieza a parecer un plazo casi prudente para el Gobierno, considerando que el decreto contra el crédito municipal les ha durado veinticuatro horas, superando aquello de la edad de jubilación, que fue rectificado en dos días y medio, aunque aún lejos del record de la base para calcular las pensiones, rectificada en tres horas. Antes o después, ocurrirá que el presidente anuncie una medida y rectifique antes de acabar la frase. El escapismo de Zapatero, zafándose de sus compromisos, bordea ya la leyenda del Gran Houdini, capaz de librarse en un par de minutos del interior de una caja fuerte arrojada al mar o de una camisa de fuerza aun colgado de un rascacielos.

De momento, la última pirueta ha sido desanudar el 'problema catalán', eso sí, a cambio de reabrir 'el problema de la Justicia'. Es cuestión de cálculo electoral: el problema catalán cuesta más votos que el desprestigio ya histórico de los tribunales. De momento para Moncloa todo es perder apoyos, así que se trata de apostar por los flancos menos desgarradores. De hecho, esos cabezas de huevo saben que por ahora sólo cuentan con una baza para sostenerse: Rajoy. La oposición del PP, torpe y desleal con los pactos frustrados o el tijeretazo, lastrada por la venalidad y los barones cada vez más díscolos, es la única luz de esperanza para los socialistas.

Entretanto, la maniobra para calmar a Cataluña con la renovación del TC va a empeorar más la imagen de la Justicia. En el supuesto de que la imagen de ésta pueda empeorar. El 'caso Garzón' ha sido devastador: el juez 'superstar' huyendo del país, la persecución procesal de Varela para empapelarlo por la vía ultrarrápida, la vendetta de las 'progres' del Consejo sumándose a la táctica de los conservadores con el carnet partidista en la boca como los cimarrones con el cuchillo entre los dientes. Así no es raro que ahora sean «asumibles» Hernando&López, dos candidatos «inasumibles» por su trayectoria de aparatchiks togados con un sectarismo al que ni siquiera se atreven los políticos profesionales por pudor. Si así se renueva el Poder Judicial, el cenagal después va de suyo. Pero el desprestigio de la Justicia es algo que el Gobierno parece soportar bien. De hecho el Gobierno parece soportar muy bien su propio desprestigio.