Asalto en el Parlamento contra la crisis

En víspera de confirmarse que Andalucía suma ya 1.090.000 parados, el debate en el Parlamento no podía estar ajeno a ello. La crisis y, sobre todo, el paro, volvió ayer a capitalizar la sesión plenaria en la Cámara. Hubo de nuevo bronca y cruce de reproches entre el Gobierno y la oposición, algún desaire, como el plante que le hicieron los diputados del PP al portavoz socialista, Mario Jiménez. Fue en definitiva un debate agrio, como ya es habitual, n el que Griñán volvió a insistir en su percepción de que hay síntomas de recuperación, mientras Arenas y Valderas reprocharon al presidente que vive fuera de la realidad. «Usted es un gobernante 'ovni'», le espetó el líder popular. Pero también hubo lugar para cierto consenso. El PSOE sacó adelante otro paquete de medidas contra la crisis con el apoyo parcial del PP y de Izquierda Unida.

Se trata de las 53 medidas anticrisis ofertadas por el Gobierno a la oposición en la mesa de negociación que quedó rota hace dos semanas. El PSOE las llevó al Pleno como una proposición no de ley y bajo el título de 'Pacto para la recuperación económica y la creación de empleo'. En su exposición, el portavoz socialista, Rafael Velasco, recordó que la mitad de las iniciativas responden a propuestas de la oposición. No hubo pacto, pero finalmente el PP votó 15 de las propuestas e Izquierda Unida otras 26, aunque sólo cinco de las iniciativas elaboradas por el Ejecutivo merecieron el respaldo unánime. Estas son las referidas a la solicitud al Gobierno para que financie la Ley de Dependencia en virtud de los atendidos; la realización de un plan contra el fraude fiscal; la deducción de 400 euros en el IRPF por autoempleo y la elaboración de una ley del Trabajo Autónomo.

Las restantes iniciativas avaladas por el PP son las que el documento recoge como aportaciones de este partido: Varias instan a facilitar la instalación y el desarrollo tecnológico de las empresas y a impulsar un plan de formación profesional. Este 'pacto' parcial fue precedido de un sordo debate en el que el portavoz del PP, Antonio Sanz, y el de IU, Pedro Vaquero, volvieron a acusar al Gobierno de Griñán de actitud «soberbia» y «poca cintura política» por no haber dado más oportunidades a la mesa de negociación que la reunión de dos horas que acabó sin acuerdo. «Ustedes no nos llamaron al diálogo, sino a imponer sus recetas fracasadas», dijo Sanz. Velasco replicó que el Ejecutivo, que, recordó, cuenta con mayoría absoluta, fue bastante «generoso» y acusó al PP de salirse de la negociación porque no quería un pacto con IU. El PP también llevó al pleno otro paquete de medidas anticrisis, pero no salió adelante por el rechazo del PSOE.

Horas antes de este rifirrafe, Griñán sostuvo otro similar con los líderes de la oposición, Arenas y Valderas. Estos reprocharon al presidente -que había insistido en datos económicos que vislumbran una recuperación económica- vivir ajeno a la realidad. Griñán mantuvo que hay indicios «no maduros» de una recuperación económica y reiteró que en Andalucía se crea empleo frente a lo que ocurre en España y pese a reconocer que las cifras del paro son preocupantes. También alentó a no «perder ni un minuto» en apostar por un nuevo modelo económico sostenible. El líder de IU le acusó de «vender humo» y de aprobar medidas «que hacen aguas». «Con usted Andalucía está perdiendo el tren de la historia», le dijo Arenas, quien además ironizó con la campaña del PSOE para que «le llamen Pepe». Griñán le replicó con igual ironía: «Señor don Francisco Javier...».

Fue la única nota distendida de un debate bronco, que además acabó con los diputados del PP abandonando el hemiciclo como protesta por las críticas del portavoz socialista a Javier Arenas, cuando en teoría estaba preguntando al presidente y al no dejar la presidenta de la Cámara que el líder del PP le respondiera. El PP advirtió de que no acudirá a las sesiones de control cuando hable Jiménez.