El presidente del PNV de Vizcaya, Andoni Ortuzar, durante la presentación del Aberri Eguna. :: EFE
ESPAÑA

El PNV se suma al Gobierno y resta validez a una posible tregua de ETA

Los nacionalistas aseguran que sólo prestarán atención al comunicado en el que informe de que «todo se ha acabado»

BILBAO. Actualizado: Guardar
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El PNV se unió ayer de forma pública al planteamiento de los gobiernos central y vasco y aseguró que no dará «la más mínima validez» a cualquier anuncio de tregua que ETA pueda realizar en los próximos días o el futuro.

La afirmación, realizada por el máximo responsable del PNV en Vizcaya y portavoz de la dirección, Andoni Ortuzar, fortalece la estrategia de unidad política e institucional contra la banda, que desde hace más de dos años defiende que a ETA ya no le queda más paso válido que dar que el abandono definitivo de las armas y su disolución.

Las declaraciones del PNV se producen en un momento en el que hay rumores que apuntan a que la cúpula de la organización terrorista podría utilizar el Aberri Eguna (Día de la Patria Vasca), fecha icono en el calendario nacionalista, que se celebra el próximo domingo, para dar a conocer un comunicado de contenido político e, incluso, para anunciar algún tipo de alto el fuego.

Ortuzar, durante una rueda de prensa en Bilbao, señaló que su partido «va a prestar poca atención a comunicados intermedios» de la banda y aclaró que si el texto «establece condiciones o un alto el fuego temporal» lo ignorarán. Añadió que sólo considerarán «bienvenido» el último escrito, «el que diga que todo se ha acabado».

La estrategia a seguir por las instituciones y los partidos ante el anuncio de treguas por parte de ETA volvió a ponerse sobre la mesa el pasado lunes, cuando un grupo internacional encabezado por veinte mediadores y expertos en resolución de conflictos, entre ellos premios Nobel de la Paz como los sudafricanos Nelson Mandela y Desmond Tutu o el norirlandés John Hume, hicieron público en Bruselas un manifiesto en el que reclaman de la banda terrorista un alto el fuego indefinido y del Gobierno español un gesto recíproco, con la apertura de negociaciones para el fin del terrorismo.

Ruptura unilateral

El fracaso del último proceso de diálogo con la banda (2006-2007) y, de forma especial, la ruptura unilateral y a traición del alto el fuego perpetrada por la organización terrorista el 30 de diciembre de 2006, con la voladura del aparcamiento de la terminal 4 de Barajas y el asesinato de dos ciudadanos, ha fulminado para siempre, según los portavoces de los gobiernos central y vasco y el consenso de los partidos mayoritarios, la posibilidad de volver a utilizar esta fórmula.

Ambos ejecutivos han contestado esta semana a los mediadores internacionales que su propuesta no puede ser ni siquiera tenida en cuenta porque las treguas de la banda ya no serán «el comienzo de nada» y porque el único movimiento significativo que esperan de ETA es el anuncio del cese definitivo de la actividad terrorista.

El convencimiento de la inutilidad de insistir en la vieja estrategia (tregua-diálogo) alentada por los mediadores internacionales se ha abierto paso también entre buena parte del nacionalismo vasco democrático. Además del PNV, Iñaki Galdós, portavoz de Hamaikabat, la escisión formada por la buena parte de los afiliados de Eusko Alkartasuna (EA) de Guipúzcoa, rechazó ayer el ofrecimiento internacional del lunes, porque considera que «esos procesos están llamados al fracaso y no se pueden repetir». «La sociedad vasca está exigiendo mucho más que eso, un cese definitivo de la actividad terrorista y que a ETA se le quite de la cabeza que por medio de mal llamados procesos de paz puede sacar tajada», aseguró.

La banda terrorista lleva sin cometer asesinatos en España desde el verano pasado, cuando segó la vida de dos guardias civiles en Baleares con una bomba-lapa, pero no se debe a una tregua no declarada -como se demostró con la reciente muerte de un gendarme- sino a la eficacia de las fuerzas de seguridad españolas, en colaboración con sus homólogos franceses y portugueses, según coinciden los principales responsables policiales. Policía, Guardia Civil, Ertzaintza y Mossos han logrado desbaratar desde entonces los múltiples intentos de la organización criminal de continuar con el terrorismo, bien con la detención de sus comandos y jefes antes de que pudiesen ejecutar las acciones ya planificadas o bien con el descubrimiento de sus almacenes y centros de fabricación de coches-bomba antes de que los utilizasen en atentados inminentes.