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REENCUENTROS

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Conste que faltan algunos, ¿eh? Yo, personalmente, echo de menos a Jorge Berrocal, probablemente el tipo que más frases memas ha aportado al parloteo vacuo de todos los españoles, incluido este servidor. ¿Quién no ha dicho alguna vez aquello de 'Quién me pone la pierna encima para que no levante cabeza' o 'lo nuestro es simbiosis'? No está este caballero en el 'Reencuentro' organizado por Telecinco para explotar el éxito de 'Gran hermano', y es lástima. Hay pocos veteranos, pocos pioneros, pocas cobayas de los primeros experimentos. En su lugar tenemos a las posteriores promociones, aquellas que llegaron al 'reality-show' por antonomasia cuando ya nada era espontáneo y natural, sino que todo el mundo sabía a lo que iba, o sea, a triunfar haciendo el vago; más aún: es la gente que ya llegó preseleccionada por un 'casting' cuidadosamente elaborado para captar los temperamentos más artificiales. Y a propósito de temperamentos artificiales, me preguntó qué se le pasará por la cabeza ahora a Mercedes Milá. Hace años, cuando empezó todo, yo pensaba que Milá, periodista añeja, actuaba en 'Gran hermano' como quien interpreta un papel y que luego, acabado el programa, llegaba a su casa y volvía a ser una persona normal. Pero ahora la veo y tengo la impresión contraria: la Milá fetén es la de 'Gran hermano', la pastora de todo ese ganado banal y ceporro, y la que finge es la que luego se pasea por ahí adoptando la pose de periodista concienciada. Quedémonos con la columna vertebral del asunto: España es el país del mundo donde más éxito ha tenido y tiene 'Gran hermano'. Aquí tenemos dicho que el dato no es ajeno a este otro: España es el país de Europa con peores cifras de fracaso escolar. Añada usted a la tabla cuantos otros elementos relevantes considere oportuno, empezando por la crónica falta de competitividad. Los de Telecinco tienen razón cuando dicen que España, al menos en parte, es así. Ese es nuestro problema. Cierto que en 'Gran hermano' tampoco hacen nada por cambiar las cosas. Al revés.