Manolo Escobar, en una de sus últimas actuaciones. / Archivo
símbolo de la copla española

El 'sonido Escobar': medio siglo como parte de la cultura popular

En contacto con la música desde bien pequeño, el almeriense conquistó rápidamente al público español, que lo convirtió en ídolo de multitudes

MADRID Actualizado: Guardar
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Mucho tuvo que ver en su vocación la decisión de su padre de acoger en casa a un maestro de escuela, represaliado republicano, que había perdido en la guerra a su mujer y a su hijo. Aquel hombre resultó ser profesor de música y el patriarca de los García Escobar se aseguró de que, desde bien pequeños, sus vástagos recibieran una adecuada formación musical.

Manolo Escobar, fallecido hoy a los 82 años, recordaba con orgullo aquel episodio de su infancia almeriense. A los catorce años emigró junto a su familia a Barcelona y allí fue donde, junto a sus hermanos, dio sus primeros pasos en el mundo de la farándula. Manuel, Salvador y Baldomero formaron el grupo 'Manolo Escobar y sus guitarras'. Recorrieron el Barrio Chino barcelonés con un repertorio de coplas, que ya entonces empezaba a entrar en decadencia. Las verbenas y funciones de variedades que acogían a los hermanos fueron un rotundo éxito. El 'sonido Escobar' comenzaba a fraguarse.

En 1961, ya con el primer disco en el mercado, publicado en la emblemática Belter, debutó sobre el escenario. Fue en el teatro Duque de Rivas, en Córdoba, con su propio espectáculo: 'Canta Manolo Escobar'. A partir de ahí le llegó la fama más deslumbrante. En pocos años se convirtió en un ídolo de multitudes. A mediados de la década, Escobar, ya en solitario, se situaba en lo más alto de las listas de ventas.

Su propuesta musical transitaba entre los géneros más tradicionales y arraigados como la copla, el pasodoble o el bolero, y otros más contemporáneos como la rumba. De su amplísimo repertorio destacan varios títulos que forman parte de la cultura popular y llega incluso a trascender nuestras fronteras. Desde 'El Porrompompero' -su primer gran éxito, editado en 1964-, 'La minifalda' o 'Mi carro' hasta el 'Y viva España' de 1973 que, pese a ser compuesto por dos belgas, aún hoy como el cántico verbenero patriótico por excelencia. También daba título al elepé más vendido de su dilatada trayectoria.

Tal vez queden reticencias por haber destacado en un periodo no particularmente luminoso en la historia de nuestro país. Pese a todo, es innegable el poso que ha dejado el artista andaluz, con un sonido y una voz inconfundibles y un puñado de canciones que integran el imaginario español de varias generaciones. Veinticuatro discos de oro a sus espaldas lo atestiguan.