Un bar bajo la pérgola de Santa Bárbara para paliar un déficit histórico

Desde la Iglesia del Carmen hasta el Parador Hotel Atlántico la oferta de establecimientos hosteleros es absolutamente inexistente en una de las zonas privilegiadas para el paseo en la ciudad (con excepción del kiosco ubicado en el interior del Parque Genovés).

Esta situación, largamente denunciada por vecinos y representantes del sector turístico y comercial, se va a ver paliada gracias a la próxima apertura de un bar en los bajos de la pérgola-mirador de Santa Bárbara. El paseo gana así un importante atractivo para dar vida a una zona hasta el momento infrautilizada.

Desde que el paseo se abriera de nuevo a la ciudadanía, una vez retirado el antiguo aparcamiento en superficie y urbanizado, carecía de atractivos más allá de la posibilidad de disfrutar de unas maravillosas vistas.

Con la apertura de este establecimiento se podrá hacer además una parada en el camino para poder disfrutar del privilegiado entorno y las vistas de la Bahía.

Explicaba hace unas semanas en LA VOZ el arquitecto de la polémica pérgola que el valor de una obra de este tipo no se debe medir en conceptos solamente estéticos, sino que las obras son beneficiosas en la medida en que son útiles para la gente y tienen la capacidad de mejorar la trama urbana. En este caso parece que va a ser así.

El Ayuntamiento de Cádiz ya ha sacado a concurso la concesión de este espacio que se ubicará en una de las salas que han quedado en el interior del edificio acristalado que hace las veces de muro de separación entre el Paseo de Santa Bárbara y la trasera del Parque Genovés.

Según el pliego de condiciones, el adjudicatario deberá satisfacer un canon anual mínimo de 11.616 euros, mediante pagos mensuales de 968 euros.

El Consistorio gaditano pone varias condiciones para la explotación de este espacio. La primera es que no se permitirá la instalación de cocina y, por tanto, no se podrán expender productos cocinados ‘in situ’. Únicamente se da la opción de utilizar una plancha y una máquina de café. Eso sí, también se podrán servir productos precocinados, productos envasados, refrescos, etc.

Otra premisa de la que deben partir los interesados en hacerse con el bar es que no se puede hacer ninguna actuación que afecte a la estructura del local. Se hará cargo igualmente de la decoración del espacio y de las obras que se necesiten efectuar para adecuarlo al uso destinado.

La concesión de este bar bajo la pérgola-mirador tendrá una duración de cinco años, a contar desde la firma del contrato, pudiendo ser prorrogado, por acuerdo expreso de ambas partes, anualmente, con un máximo de dos prórrogas. Esto implica que la duración máxima del contrato podría llegar a los siete años. Una vez pasado ese plazo, el adjudicatario tendrá que entregar el bar al Ayuntamiento en perfectas condiciones, de cara a la publicación de un nuevo concurso público para dar uso al mismo.

Además de este espacio hay otros en el interior del edificio acristalado. Uno de ellos se adaptará como punto de lectura. El resto están ya siendo utilizados como oficinas del personal municipal y como almacenes, servicios y vestuarios de los trabajadores que se encargan del mantenimiento del Parque Genovés.

Hay que recordar que la construcción de la pérgola-mirador del Paseo de Santa Bárbara ha causado un gran revuelo por las críticas que han lanzado contra la misma todos los partidos de la oposición municipal, además de un sector importante de la ciudadanía. Los mismos consideran que su impacto paisajístico es demasiado grande para el entorno en que se ubica, además de contener importantes deficiencias en los elementos constructivos.

Esta actuación forma parte del proyecto de reactivación de este frente marítimo de la ciudad, que se completa con la apertura de un nuevo tramo de paseo en la zona trasera del Parador y otro tramo futuro en la antigua Escuela de Tiro, donde se pretende levantar otro hotel.