Tito, este es tu partido

A las once de la mañana del miércoles cuando escuchaba en la radio que el Barcelona suspendía todos los actos de Navidad, me temí lo peor. Tuve una sensación ya vivida. El recuerdo del Betis anunciando que Miki Roqué tenía que dejar el fútbol por una grave enfermedad. La noticia más dura que tuve que transmitir a un joven vestuario. Todo olía a tristeza y gravedad. Esa información desde Barcelona escondía algo mucho más importante que un fichaje, una renovación, un cese o un Balón de Oro. Se confirmaban mis peores presagios, Tito Vilanova recaía y debía operarse otra vez.

Cuando sucede algo así es cuando todos nos damos cuenta de la normalidad de la gente que se mueve en la élite. Ocurren y sufren situaciones similares a las de cualquier hijo de vecino. Su posición de relevancia mediática parece que los aleja o distancia de la sociedad. Ni mucho menos. A Tito le toca luchar, salir de esta adversidad y dar un ejemplo de optimismo a gente que, como él, luchan contra la misma enfermedad. En este partido no luchará solo, no solo tiene a los Messi, Iniesta y compañía. Tiene a todo el mundo del fútbol. Aquí no hay rivales. El único rival es el cáncer, lucha diaria de muchas personas. La normalidad y naturalidad que mostró Zubizarreta en su rueda de prensa humaniza al deportista de élite.

La rivalidad, la tensión, la pasión, los resultados de un partido de fútbol son una forma de sentir la vida, pero prioritarias son otras cosas. Tito prolongará su racha histórica de victorias con el Barça en su partido más difícil. Le ha tocado el rival más duro pero tendrá soluciones para derrotarlo. Ya triunfó en el partido de ida y le queda hacerlo también en el de vuelta. Un contratiempo inesperado que le permitirá ganar su mejor título.