TRIBUNA LIBRE

¿Qué quieren hacer con La Caleta?

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Hace unos días que uno de los asistentes al debate, celebrado en la sede de la Asociación de la Prensa, sobre el denominado engañosamente 'Proyecto de Ampliación del Malecón de Acceso al Castillo de San Sebastián', declaró algo así como que «cada vez que se sacan de la manga un nuevo proyecto es para echarse a temblar». Y no es para menos. Ahí tenemos las obras del tranvía, que, además de rematar la pequeña colonia de avocetas, casi que acaban con los baluartes y baterías de la Cabeza del Puente Zuazo, uno de los elementos claves de las celebraciones del 2010. O el pretendido parque empresarial en Las Aletas, desautorizado por el Tribunal Supremo. O la nueva terminal de contenedores, que crecerá como una zarpa junto a la bella península gaditana, desecando otro buen trozo de bahía. Por si no era suficiente, ahora nos llega este proyecto que, si los gaditanos no lo impiden, llevará consigo transformaciones/destrucciones irreparables en el Castillo de San Sebastián y la eliminación de parte de la escollera de La Caleta.

El proyecto en cuestión, en cuya exposición pública hemos presentado alegaciones (oponiéndonos), ha sido realizado por la empresa TRAGSA (que al parecer no solo se dedica a incendios forestales), por encargo de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar, e iniciativa del Ayuntamiento de Cádiz.

Entiende el Ayuntamiento que la celebración del bicentenario de la Constitución de 1812, va a convertirse en un acontecimiento mundial que desencadenará una afluencia masiva de turistas a esta ciudad, y más concretamente al Castillo de San Sebastián, lo que motiva las pretendidas obras. Esta idea se recoge textualmente en la documentación: «La geometría y forma actual del malecón no se adecuan a las necesidades previstas durante los actos de conmemoración. del Bicentenario de la Constitución de 1812». «Es necesario tener presente que durante dicho acontecimiento el Castillo de San Sebastián recibirá una gran cantidad de visitantes y que tanto el acceso como la salida por vía terrestre se realizarán exclusivamente a través del malecón». Y en consecuencia se pretende realizar obras en un área de 35.000 metros cuadrados, como «un canal de acceso para la maniobra de entrada y aproximación» de embarcaciones al muelle (que se elevará un metro más sobre el anteriormente existente), de 200 metros de largo, que supondrá eliminar parte de la escollera de la Caleta, con un gran impacto ambiental que también afectará, sin duda, a la pesca. En «el malecón se realizarán ampliaciones de superficie. enfocadas a permitir el cruce puntual de dos vehículos. Siendo la más próxima al Castillo de San Sebastián la que permite el giro de vehículos más voluminosos, tipo camión de bomberos». «Se demolerá el puente de piedra perpendicular al recorrido del malecón y que da acceso a una caseta mareógrafo». «La cubierta de esta caseta se ejecutará con placas de acero». «Se construirán nuevos pretiles formados por estructura a modo de pórticos de acero». «En sustitución de las antiguas farolas previamente demolidas se colocarán luminarias empotradas en el pavimento como balizas luminosas en todo el recorrido del malecón», etc. Aunque vinieran miles de turistas, ¿vale la pena tanto destrozo? Desde luego, de consumarse este proyecto, ya no vendrán tantos.

La Playa de la Caleta es mucho más que un paisaje natural, ya que forma parte de lo que podríamos entender como alma gaditana. Y el Castillo de San Sebastián está incrustado en el devenir histórico de Cádiz, ya que pertenece al sistema defensivo de la ciudad desde el siglo XVI, en que fue dotado de artillería para proteger su frente norte, prestando también el servicio de faro para los navegantes. Más tarde, en el siglo XIX, se construyó sobre el originario arrecife un camino de 600 metros de largo por el que el castillo quedaba unido a tierra, es decir a la llamada «Puerta de la Caleta». Pero siempre, desde que históricamente se tienen referencias, fue respetado su carácter de lugar aislado, primero isla y posteriormente unido a tierra mediante el mencionado estrecho y largo camino (al que ahora llaman 'malecón') que, a modo de cordón umbilical, acentuaba aún más su carácter insular. Tanto La Caleta como el castillo de San Sebastián están indisolublemente asociados con un paisaje que es parte consustancial de esta ciudad. Es demencial pretender «adaptarlos» para una celebración concreta. Pero es que, además, se olvida que todos los castillos de España son, desde 1949, monumento nacional y están bajo la protección del Estado.

Fundamentar el proyecto en la entrada masiva de turistas en lugares tan cualificados no solo es descabellado sino que es ilusorio. Porque, por más que se destrozara el precioso y pintoresco acceso actual al castillo, con desdobles, para que puedan circular los coches en ambos sentidos, por más que se construyan aparcamientos para los turistas y para los camiones de bomberos, por más que se elimine la escollera de la Caleta para la entrada de barcos... ¿cuántos turistas conocen la fecha de la Constitución de Cádiz, de 1812? Si, en muchos casos, ni siquiera saben la de la actual Constitución. (por poner un ejemplo).