La clase política y sindical gaditana llora la muerte de Jesús Gargallo

Cada vez que lo veía por la calle siempre le decía lo mismo entre risas: «Tú es que eres comunista aunque no lo sepas». Y Jesús Gargallo, como cómplice de un santo y seña muchas veces repetido, respondía: «Pepe, no te metas en más líos». Así recordaba ayer entre lágrimas el alcalde de Puerto Real, José Antonio Barroso, al ex presidente del Comité de Empresa de Astilleros de Cádiz, Jesús Gargallo. El también ex concejal de Izquierda Unida falleció en la mañana de ayer, a los 55 años, víctima de un cáncer de pulmón. Sus restos mortales fueron trasladados hasta el Tanatorio de Cádiz donde permanecerán hasta las 10.15 horas de hoy, cuando se celebrará el responso. Después, será incinerado a las 12 de la mañana en el Cementerio Mancomunado de Chiclana.

Las lágrimas de Barroso no fueron las únicas. En el Tanatorio de Cádiz -donde fueron trasladados al mediodía los restos mortales - se vivieron muchas escenas de emoción. Hubo mucha pena entre sus compañeros de Comisiones Obreras e Izquierda Unida que quisieron resaltar la dedicación abnegada que Gargallo desarrolló durante sus más de 26 años al frente del Comité de Empresa de los astilleros gaditanos. «Los Astilleros siguen abiertos gracias a él», fue el comentario más repetido por compañeros sindicalistas y personalidades políticas de distintas ideologías que se acercaron hasta el Tanatorio.

Y es que la dedicación de Gargallo por la política y el sindicalismo le venían de lejos. Aunque Barroso bromeara con él acerca de su ideología comunista, lo cierto es que militó de forma clandestina en el PCE. Con este partido se sumó a IU donde desarrolló su trayectoria política.

Reconversión

En 1987 saltó a primera línea política con el proyecto de Anguita. Sin embargo, fue en 1997 cuando Jesús Gargallo se convirtió en candidato a la Alcaldía por Izquierda Unida. No consiguió el sillón pero sí fue el protagonista de una de las etapas doradas de su partido. En esas elecciones, IU alcanzó cinco concejales en el Ayuntamiento. Gargallo se mantuvo en el cargo hasta el año 2003.

Sin embargo, en su periplo político no quiso olvidarse de sus verdaderos orígenes: el sindicalismo. Jesús Gargallo compaginó la política con la presidencia del Comité de Empresa de Astilleros, cargo que desempeñó hasta mayo, fecha en la que le detectaron la enfermedad. El sindicalista se sentía profundamente comprometido con sus compañeros con los que compartió empresa durante 39 años. De hecho, fue uno de los negociadores clave en la crisis de Astilleros de los años 90.

La despedida de ayer era el adiós definitivo a una persona que encarnaba los ideales proletarios y sindicalistas. Ajustador de profesión, Gargallo compatibilizó su trabajo con los estudios a los que no pudo acceder antes. Por ello, se licenció en Historia y preparó una tesis doctoral que nunca pudo presentar. Como el propio concejal de Urbanismo de Puerto Real, Antonio Noria, recordaba ayer, «A Jesús le faltaban horas en el día».