Ambición por objetivo

Si hay una pega que se le puede poner a la disposición del Cádiz B en estas primeras nueve jornadas de campeonato, esa es el excesivo respeto que ha demostrado a sus rivales, sobre todo en los primeros compases de los encuentros que le toca jugar como local.

El último ejemplo fue el de la pasada semana ante el Algeciras, en el que el equipo no empezó a animarse a subir hasta que no pasaron 20 minutos. «Es algo que es verdad que nos pasa y que insisto mucho para que se corrija. Sobre todo en casa, nos cuesta echarnos arriba y sí que es cierto que el nombre pesa. Es donde nos está faltando, quizás, más confianza», comenta el entrenador, Ángel Oliva.

El aragonés no quiere hacer leña del árbol caído con respecto a la forma en la que se produjo el empate ante el conjunto campogibraltareño. «Lo que se tenía que decir se dijo en su momento y no hay que darle más vuelta. Es una situación excepcional, tampoco es algo que vaya a ocurrir habitualmente. Nos queda trabajar para que no se vuelva a producir».

Los últimos minutos de ese partido echaron al traste la imagen que hasta el momento viene ofreciendo el equipo, que ha conseguido superar su principal mal de las temporadas anteriores en las que, sobre todo en la primera vuelta, perdía muchos puntos a consecuencia de jugadas desafortunadas en las que se producían despistes de concentración en los primeros y últimos minutos de los encuentros.

«Se trata de ser competitivos. Es cierto que hasta el momento se está viendo un Cádiz B enchufado, que lucha cada balón y que no pierde la concentración. A veces uno se relaja en los segundos tiempos, es algo normal, y más si se trata de una plantilla joven como es el caso de un filial. Para eso estoy yo, para estar encima de ellos y que no se relajen en ningún momento», advierte.

Ahora que la categoría se ha visto afectada por la crisis y que el nivel de los equipos es más parejo, Oliva entiende que debe aprovechar esta situación para sacar el máximo partido. «El nivel de los equipos ha bajado por la crisis, porque ya no se trae gente de fuera. Pero en esa corriente también estamos nosotros. Lo que sí es verdad es que tenemos que ser ambiciosos y darnos cuenta de que tenemos que aprovechar esta situación. Cuanto antes alcancemos la permanencia, antes podremos mirar otros objetivos. El equipo está haciendo las cosas bien y ha tenido opciones de estar más arriba».

La cruz más pesada que de momento tiene que aguantar el zaragozano se traduce en forma de lesiones.