Los amantes de la cerveza al calor de la arena pueden respirar tranquilos. / N. REINA
CÁDIZ

La música, por dentro

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Francisco Apaolaza: ¿Qué hay que hacer para ser periodista viajera como usted? Nos ha dejado huérfanos. Aquí todos achicharrando motos y usted tomándose una Presidente 'vestidita de novia' en Santo Domingo.

Mabel Caballero: Yo es que salto de La Viña a Cartagena de Indias en un pestañear. Soy una mandada, como usted. Pero mira, sí, he estado en la tierra donde se toman las mejores cervezas del mundo, o eso dice la publicidad. Presidente, la mejor cerveza, el verdadero sabor. Por cierto, ¿sabes que el presidente dominicano (el de verdad, no la botella) viene a finales de mayo?

F. A: Presidente, su servesa... Uno es que es politeísta. Y eso no significa que crea que Teófila Martínez son varias personas, sino que también soy devoto de Cruzcampo, aunque una Presidente en alta mar, dándote el sol en el cogote e intentando pescar una barracuda, es una de las cosas que hay que hacer antes de diñarla. Viene el jefe, ¿a qué?

M. C: A pasear a sus asesores, supongo. En última instancia, a dar su apoyo al Bicentenario de la Constitución de 1812. Ya que viene se podía traer un cargamento, de presidentes o de Brugal, ¿no? que es lo mejor que tiene esa tierra, junto a Juan Luis Guerra y Junot Díaz.

F. A: Brugal, no me hables... que ayer me 'trompecé'. Estaba pensando en Uribe y me di al vaso.

M. C: Uribe, ese gran defensor de las libertades. Le han puesto vestidito de limpio al señor. Y en buena medida se lo merece, aunque hay que decir que las críticas que le hicieron desde algunos grupos opositores (eso de que quería modificar la Constitución para perpetuarse en el poder) se las podían aplicar también a algunos otros como Chávez o Correa.

F. A: Sí, cada cual barre para su casa, pero darle el primer premio a la Libertad a Uribe es como hacer Miss España a... A alguien muy feo. ¿Por qué se lo dan? ¿No pensaron en las consecuencias? Me consta que muchos en el Ayuntamiento se han arrepentido.

M. C: Supongo que sí. Bueno, de momento Leonel sólo se llevará las llaves de la ciudad, que a este paso, Cádiz va a parecer como esos pisos de Erasmus en los que todo el mundo tiene una copia de la llave de la casa.

F. A: ¿Y la fiesta? ¿Cuándo? Gente bailando, camisetas mojadas, copeteo...

M. C: Eso, eso, fuera tópicos. Me cansé de vivir en República Dominicana y que todo el mundo me preguntara, cuando volvía a España, por qué no estaba morena. Al final, opté por decir que no tenía suficiente dosis de melanina y tenía que ocultarme bajo una palmera. Contar la verdad (que pasaba las 10 horas de sol diarias en una redacción) era mucho más decepcionante para la gente. Así que, sí, vamos a sacar nuestros manguitos y a ponernos unas frutas en la cabeza para recibirle. ¡Azúcar!

F. A: Me ahorraré los comentarios que me dicen sobre el color de mi pelo, sobre todo de el de la cabeza. Bueno, la fiesta esa dominicana tendrá que tener música de bafle y chumpa chumpa, porque lo de la música e directo está mal, muy mal.

M. C: ¿Qué ha pasado? ¿Estás mayor? ¿Reúma?

F. A: Bueno, al margen de que esté más sordo que Beethoven, el Ayuntamiento se ha puesto cañero con lo de la aplicación de la ley... Y resulta que la ley no deja espectáculos de música en directo fuera de salas de fiestas. Que hay muy pocas.

M. C: Pero, ¿por qué ahora?

F. A: Pues esto es así desde la Ley de Espectáculos Públicos de 2007, pero no se había aplicado. Ahora sí. Han multado al Ketedije, avisado al Cambalache, al Vapor Ustedes, a La Isleta... ¿Por qué ahora? No lo sé realmente. El Ayuntamiento dice que cumple la ley y nadie entiende esa ley. Los músicos piden que se adapten las ordenanzas municipales para que puedan hacer un bar con música en directo al mismo volumen que la música normal. ¿Qué diferencia habrá? ¿Por qué en las peñas flamencas o en las carnavaleras sí dejan? ¿Y aquello de la Bernarda? No lo sé, Mabel. El uiniverso es un espacio infinito de infinitas dimensiones con muy pocas respuestas, como el toreo de Antoñete, más o menos.

M. C: Yo: Lo que te veo es que estás muy bien informado, por cuestiones profesionales, supongo. Pero con lo que nos gusta acodarnos en la barra de un bar, la gente no se habrá quedado de brazos cruzados, ¿no?

F. A: Pues de brazos cruzados se han quedado decenas de músicos con carreras profesionales que no son la de la alemana de la flauta que insulta. Qué tía tan malage, por cierto. De momento, el día 9 al mediodía hay una concentración de músicos en la calle Ancha a la que se puede sumar todo el mundo. Digo yo que cantarán todos juntos algo así como la presentación de Los Piratas o Clavelitos. Te imaginas? Bastinazo...

M. C: O We are the world, we are the children...Supongo que irás... para cubrir la noticia, claro.

F. A: Voy de Pipa honorario, como Hommer con los Rolling. Que las coñas vayan saliendo ordenadamente por la puerta de emergencia: que se prohíba la música en directo en los bares es un crimen de lesa culturalidad. Perfecto para el Doce.

M. C: Hombre, creo que la manifestación tendrá más adeptos que si, por ejemplo, la convocara Quique García-Agulló para protestar por la escasa influencia de La Pepa en la nueva constitución venezolana. De todas formas, para que te quedes tranquilo, que sepas que los chiringuitos están autorizados. Que no vas a tener que cargar con una neverita y el tinto de verano a la playa. Que puedes dejarte allí la paga veraniega en tapas, aunque al precio que estaban el año pasado en alguno de ellos, lo mismo tienes que gastártela en una jornada.

F. A: Bien, vamos p'alante. Me extraña que si el Ayuntamiento ha buscado un vericueto legal a Costas para lo de los chiringuitos, no se lo haya buscado a la música en directo... ¿Y qué, los socialistas no quieren que bebamos en la playa ni escuchemos música en directo? ¿Qué quieren, carajo? Que leamos a los gafapasta, supongo. País... Quieren un mundo esterilizado, como la muleta de Enrique Ponce. Avanzado, moderno, contemporáneo, pulcro, plano... Un mojón que no huela, vaya.

M. C: Pareces un abuelo. Te voy a regalar una boina. Tienes que relajarte, liberarte, desestresarte, mi amol.

F. A: Ay, hija. Sí, tendré que hablar de la rotonda del puente. Mejor me voy preparando los acordes de La Bamba para la concentración de los músicos. ¿Va? Para subir al cielo...

M. C: Se necesita una poca de gracia y arriba y arriba... No se lo cantes a Teófila que se acuerda del muro de tres metros y medio y se pone mala.