Por una marea azulina en carranza

uando los jugadores del CD San Fernando decidieron plantarse la semana pasada al ver que la lamentable situación económica no tenía visos de arreglarse, fuimos muchos los aficionados y socios que caímos en el pesimismo. Todo el trabajo realizado por la directiva actual y todo el esfuerzo realizado por plantilla y cuerpo técnico tanto el año pasado como éste se podían ir al traste en horas. Y eso por no hablar de los más de 65 años de historia que tiene el club, que también de un plumazo podía mandarnos a campos de tierra. Afortunadamente nos salvó la campana. Una campana en forma de 25.000 euros que han servido para que los jugadores puedan pagar parte de sus deudas e incluso una operación de un jugador lesionado que no tenía liquidez para afrontarla. Es una situación límite que, como es comprensible, se traslada a los terrenos de juego. La semana pasada, contra todo pronóstico, el equipo azulino venció y convenció ante el Betis B. Fue una victoria psicológica que nos ayuda a visitar el Estadio Ramón de Carranza con la ilusión de conseguir otro resultado que nos ayude a escapar de esos puestos de descenso en los que están atrapados dos equipos gaditanos. Eso de quiéreme cuando menos lo merezca que será cuando más lo necesite es uno de los principios que debemos seguir los aficionados, que debemos olvidar todo lo que está rodeando al club este domingo, en la fiesta que supondrá el enfrentamiento contra el Cádiz CF, el partido preferido por todos los aficionados de la Isla de León. El partido de ida emocionante. Un 3-4 lleno de tensión y espectáculo en el que tuteamos al que es el mejor equipo del Grupo IV. Esperemos que este domingo una marea azulina llegue al Ramón de Carranza para mimar y arropar a esos jugadores, que esperan que más pronto que tarde, alguien les pague en euros lo que a nosotros, los aficionados, nos dan en forma de alegrías. Es de justicia.