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El trabajo en Cádiz

Siempre fue Cádiz una ciudad donde existió una mano de obra muy cualificada de obreros de todas las especialidades. Probablemente, la palma se la llevaba la construcción naval, sobre todo por esos Astilleros de la Bahía como eran Astilleros de Cádiz, Bazán y Matagorda. Esto, unido a una serie de talleres auxiliares que se implantaron en esta zona. Quizás lo que más faltó fue una dirección de técnicos superiores, debemos tener en cuenta que Cádiz carecía de Universidad y el ir a estudiar fuera estaba hecho para los más pudientes. En otros oficios como albañilería, fontanería, ajustadores, soldadores, carpinteros, etcétera, existía un buen plantel sobre todo de oficiales.

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Viene todo esto a colación porque últimamente se viene pregonando, e incluso presumiendo, por parte de algunos de que en Cádiz se le tiene poco apego al trabajo. Ha salido un «gracioso» en televisión que ha hecho gracia de esto, y yo le digo que la gracia de Cádiz es más fina. Los barcos que se han botado en nuestra Bahía no creo que nos los hayan traído de Cuenca. El puente Carranza también se hizo aquí, y debo manifestar que la mayor parte de la mano de obra fue gaditana, sobre todo en los obreros cualificados.

Nuestra mano de obra siempre tuvo sitio en muchos lugares, tanto en España como en el extranjero. Ahí tenemos el caso de la zona de Levante en la actualidad, y no es por otra cosa nada más que es que quieren trabajar. Aquí hay demasiados parados, desgraciadamente, pero también tenemos algunos «quietos».

De lo que sí estoy seguro es de que será difícil ver a un gaditano cortando un tronco con un hacha en el mes de agosto o arrastrando una piedra de 500 kilos en una plaza de toros. Ese deporte lo veríamos desde la grada a la sombrita.