ING despedirá a 7.000 empleados tras registrar 1.000 millones de pérdidas

La crisis no perdona a nadie. Ni a los más grandes. El grupo bancario y de seguros ING, uno de los más potentes a nivel mundial y con fuerte presencia en el mercado español a través de ING Direct, cerró el pasado ejercicio con unas pérdidas de 1.000 millones de euros -debido a los números rojos de 3.300 millones registrados en el último trimestre del año-, según resultados preliminares. El gigante holandés no ha perdido el tiempo y ha anunciado una serie de medidas para tratar de reconducir la situación.

La primera y más drástica se centra en el despido de 7.000 trabajadores en todo el mundo, lo que supone en torno al 5,5% de su plantilla. El recorte no afectará a España, donde cuenta con unos 1.800 empleados y con ING Direct como buque insignia.

Los cálculos de ING prevén que el aligeramiento de plantilla permitirá un ahorro de costes en torno a los 1.000 millones de euros este año y de 1.100 millones a partir de 2010. Además, reducirá costes de oficina y de mercadotencia y recortará su programa de patrocinio en Formula I, centrado en el equipo Renault.

Ya en el terreno de la reorganización del equipo directivo, el grupo financiero ha decidido reemplazar a su consejero delegado, Michael Tilman, que será sustituido por Jan Hommen.

La compañía asegura que con todos esos movimientos persigue adaptar «la organización a la nueva coyuntura económica, reducir riesgos y centrarse en sus negocios más importantes».

Además ING anunció que recibirá un nuevo apoyo del Estado holandés, que avala el 80% de las hipotecas problemáticas de ING en Estados Unidos. Según el nuevo responsable de la sociedad, «este paso es la lógica continuación de la inyección de capital del año pasado». ING ya recibió en octubre una inyección de capital de 10.000 millones de euros por parte del Estado holandés.

A cambio del nuevo apoyo del sector público, ING ha prometido reservar 25 millones de euros extra para créditos a consumidores y empresas, renunciar a las bonificaciones de los directivos en 2009 y elaborar una nueva política de compensaciones para consolidar la tendencia a la baja de las mismas.

Sin efectos en España

El severo plan de ajuste no tendrá consecuencias en España, donde está presente desde hace casi 10 años a través de su filial de banca telefónica y por Internet ING Direct, con más de 1,8 millones de clientes. La entidad cerró el ejercicio en España con unos beneficios en torno a los 40 millones de euros.