ANÁLISIS

Gira injustificada

El actual ministro de Asuntos Exteriores es uno de los grandes expertos en Oriente Próximo de todas las diplomacias europeas, hasta el punto de que se le suele criticar por dedicarle demasiada atención a esta parte del mundo. Se trata de una región en la que la diplomacia española ha invertido muchos esfuerzos desde hace décadas y tiene un capital político bien ganado. De ahí que la gira que el ministro iniciará el lunes por varios países de la zona esté más que justificada, y hay que esperar que contribuya a facilitar el alto el fuego pedido ayer por el Consejo de Seguridad a iniciativa franco-británica y con la abstención de EE UU, en principio rechazado tanto por los israelíes como por los terroristas de Hamas.

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Hay al menos dos claves adicionales en este viaje español: por un lado, Moratinos sigue teniendo que esforzarse en compensar la falta de compromiso del presidente del Gobierno con la política exterior. La semana pasada Zapatero canceló sin muchas explicaciones un viaje a Siria y se ha limitado a recibir al presidente palestino Abbas, que hizo escala en Madrid de vuelta de EE UU. Tras el encuentro, el presidente español volvió a subrayar sus simpatías hacia los palestinos, aunque esta vez no cargó las tintas contra Israel como en otras ocasiones. Parece que le basta con ser un icono de la izquierda mundial y no da el paso para, además, estar en la política internacional tratando de ejercer influencia y defendiendo los intereses del país.

La otra clave del viaje de Moratinos es que entronca con el enfoque regional que previsiblemente el presidente Obama pondrá en marcha en su política hacia Oriente Medio, un área prioritaria «desde el primer día» de su mandato, como ha dicho. Todo indica que con la selección que ha hecho el presidente electo de Dennis Ross, ex asesor de Bill Clinton, para aconsejarle sobre la región prevalecerá la idea de que las soluciones de paz en Oriente Medio pasan por involucrar a todos los países de la zona y no sólo a israelíes y palestinos. Es posible incluso que Obama emprenda contactos de bajo nivel con las distintas facciones palestinas, con ciertas condiciones, aunque tendrá a su lado a dos claros aliados de Israel, la nueva secretaria de Estado, Hillary Clinton y el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Rahm Emmanuel. El viaje de Moratinos prepara así el necesario acercamiento del Gobierno español a la nueva Administración de EEUU.