La Viña vuelve a inundarse

Como si de un terremoto se tratase, ayer la capital recibió a primeras horas de la mañana una pequeña réplica de la tormenta que azotó la Bahía el pasado sábado. La cantidad, por supuesto, no era comparable a la del fin de semana, ya que si el sábado se alcanzaron los 150 litros por metro cuadrado, ayer se recogieron apenas 6 litros por metro cuadrado. Sin embargo, ésta última volvió a provocar inundaciones (a menor escala, eso sí) en algunas calles del barrio de la Viña, uno de los más ahogados por las precipitaciones durante este fin de semana.

Los bomberos y los motores de achique, por tanto, volvieron a funcionar en las calles del popular barrio gaditano, como la del Corralón de los Carros, que se convirtió una vez más en un río que las alcantarillas eran incapaces de tragar. En esta calle, de nuevo, el agua prefirió colarse en los hogares más humildes, donde sus vecinos aún sufrían las consecuencias de la inundación del sábado.

«Llevo 78 años viviendo en esta calle y nunca había pasado algo parecido, y ahora se inunda cuando caen cuatro gotas», se quejaba ayer José Cubiellas, uno de los habitantes del Corralón al que descubrió el agua en su cuarto mientras dormía en un colchón ya de por sí húmedo por la inundación del sábado. «Esta vez había un tanto así de agua», explicaba, mientras señalaba con una mano la marca de humedad, a unos diez centímetros sobre el suelo, y con la otra sujetaba la factura de 90 euros por el servicio de extracción de agua. Algunos metros más abajo, dos bombas extractoras se afanaban en sacar agua de una vivienda y el garaje de unas obras, que desde el sábado parecían una piscina de agua marrón. Mientras, varios camiones de bomberos recorrían el barrio.

También Francisco González, vecino de la cercana calle Cristo de la Misericordia se llevó un auténtico «susto» cuando volvió a ver el agua colándose en su minipiso de 25 metros cuadrados. «Esta vez me lo he tomado aún peor que el sábado, porque entiendo que aquel día llovió mucho, pero cuando ocurre dos veces es porque algo está fallando».

En esta ocasión, Francisco tuvo los reflejos suficientes y montó una barricada en su puerta, que impidió males mayores. El sábado, en cambio, «se mojaron todos los muebles, que se han hinchado; ya hemos tirado los colchones y la cama». «Ya miramos al cielo con miedo, por si llueve», concluye el viñero.

Demanda a Aguas de Cádiz

A raíz de este incidente y los más graves del sábado, la Asociación de Vecinos Gades, con sede enLA Viña, anunciaba ayer su intención de demandar a la empresa municipal Aguas de Cádiz como culpable de que los sistemas de desagüe no funcionaran correctamente. «La empresa no realizó su trabajo adecuadamente», argumentan, «lo que trajo que el agua del temporal inundase varias zonas del barrio».Los miembros de esta asociación tienen previsto, además, reunirse hoy en la puerta de Aguas de Cádiz, para iniciar desde allí una marcha hasta los Juzgados de San José y presentar la demanda.

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